Efectos secundarios

Soy seguidor de quienes inventan significados ocultos y lo soy especialmente de Rodrigo Cortés y su 'Verbolario', a quien recomiendo con frecuencia a alguno de mis exalumnos que han acudido a mí a saludarme e incluso a preguntarme alguna cosa que tiene que ver con lo citado.

Viene esto a colación de una discreta dolencia corporal de menor calado y mayor destilación mucofaringea (palabro que combina de forma simple mocos y dolor de garganta y que se empeñan en llamar 'bucofaríngea'). Es justo aquí donde mis amigos médicos se lanzarán sobre mí en esas tertulias en las que nos animamos. Yo mantengo la teoría de que el cuerpo nos da señales que debemos interpretar.

Mi esposa, de formación química y medio farmacéutica, me recuerda con cierta frecuencia que medicamento es una palabra de origen griego y que significa «remedio», «cura», «veneno», «antídoto», «droga», «receta», «colorante artificial», «pintura», etc. Yo me quedo con «veneno» y por tanto no soy un aficionado hipocondríaco de los que se leen el total del contenido del prospecto. Si así fuera, es posible que no me lo tomara.

Antes de que se me acabe el espacio columnario vuelvo a D. Rodrigo Cortés y selecciono la palabra 'detalle' y él dice: «Nadería que derrumba el edificio». Voy a detalles.

¿Por qué tardan tanto en detallar qué hizo la tarde del 29-0 Mazón? ¿Por qué ha tardado tanto Polo en decir lo que debe sobre los avisos? ¿Por qué no se dio la orden cuatro días antes al ejército? ¿Por qué dicen que el 112 rechazó ayudas extranjeras? Parecen naderías aisladas,

Hablo siempre de la dana porque siguen ahí sus efectos secundarios. Elijo otra palabra. Diario: desmemoria encuadernada. No es este el caso de este en el que escribo. Y esta otra. Lapsus: Verdad al descuido. Deseamos más lapsus.