Están, pero no están

Y no pasa nada. Observo que es este país en el que hemos nacido es el como el país de «nunca jamás» donde cada uno de nosotros es una especie de «Peter Pan», como señalaba el otro día mi admirado amigo el arquitecto Javier Domínguez en una de sus tribunas de sábado. ¿Qué hará falta para que no aguantemos más? ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?

El expresidente Zapatero señala con voz cuasi plañidera que esto de las listas es un ejemplo de democracia y puede que lo diga mientras lee el Marca en su retiro espléndido de Lanzarote.

Como él dice la Tierra es del viento y ETA y sus miembros son un recuerdo que se lleva la historia con el paso del Dios Cronos. Pero mira, tienen sus votos y echan una mano a su benefactor.

Son libres mediante una constante patada en el culo al personal votante y a una sentencia del Tribunal Supremo. Más allá de mi asombro surge la duda en los fontaneros de la Moncloa, grupo cada vez más numeroso, que se han apresurado a difundir entre la máxima cúpula monclovita muy cercana al presidente Sánchez ,de tal forma que la cúpula está constituida solo por él y su conciencia nocturna sobre el colchón ,que ya no estará tan nuevo como el primer día.

Están preocupados y el Sr. Otegui le echa una mano una vez más. Los quito y no te preocupes. No los borro porque ya están registrados en la lista, pero los quito. O sea, están, pero no están. Un fenómeno mágico de me ves y ahora no me ves.