Mejor aplazar

Es el antiguo tren de Romanones en el que los cesantes se cruzan con los que regresan para evitar que la silla se enfríe. La política sigue su curso al margen de la realidad de la «canalla» (empleo este término de como se llamaba al pueblo en plena revolución francesa y creo que no ha cambiado mucho).

Surge una posibilidad. Los que mandan mucho no quieren perder aliados y buscan un hueco a cargo del Estado y el perdedor de Valencia, el Sr. Puig, suena en la rumorología como posible ministro. Pero el máximo no perdona y tiene memoria y pese a la llegada presta para darse el pico-abrazo con el hombre de la Resistencia y que pisa Tierra firme, la cosa no cristaliza y se vuelve a rumorear otra función europea- contra más lejos mejor y así no «empreña»- y se dice por parte del potencial agraciado «Paris bien vale una misa».

Entonces ya senador, que es una canonjía con dinerito fresco y cómodo, se puede volver a casa «nostra» y vere que hago con mis camaradas y los convoco a un Congreso que ahora deseo aplazar, el tiempo así corre, y como coartada las elecciones gallegas; o sea, eso que llaman los intelectuales encantados de conocerse y que les hace ilusión dar un toque cultural, y evitar la semántica normal, y que llaman PROCASTINAR.

Me he apuntado a una AI- inteligencia artificial-a ver qué pasa y copio «La Procrastinación es un problema común que afecta a personas de todas las edades y procedencias. Consiste en retrasar o evitar las tareas necesarias en favor de actividades más agradables o triviales. Este comportamiento puede repercutir en la calidad de vida y la productividad».