Vientos de guerra

Los datos hablan de un alcance de 5.000 kilómetros y apostillan con que puede llegar, el proyectil, a cualquier punto de la Tierra. Los poseedores de la caja de Pandora nos pueden llevar al desastre. Y aquí buscando facturas de Mazón. Xé entrégalas y ya está.

Que conste que no solo me da miedo a mí. Los gobernantes de los países nórdicos se han puesto previsores distribuyendo unos folletos, algunos de 20 páginas, advirtiendo a la población sobre las medidas que deben tomar para vivir una semana. No dan más.

Nosotros aquí incapaces de prever una riada mortal venga del barranco del Poyo o de un torrente derivado del Río Magro y llevan los gobiernos pasándose la pelota a ver quién ha tenido la culpa de los muertos. Insensatos y culpables.

La recién Comisaria en Europa Doña Teresa Ribera se defiende como gato panza arriba. Habla de un apagón de una hora y media ente su Ministerio y la Generalitat. Mientras la cosa se desmadraba y Mazón tomado café tras comer con una periodista- cuya imagen ha quedado salpicada por el secretismo impuesto. Mal, muy mal.

Nosotros buscando la factura de Mazón que dice haberse erigido en el líder de la reconstrucción. Dada mi provecta edad no creo que lleguen antes de reunirme, dicen, con papá y mamá en el cielo azul estrellado...No obstante me acabo de matricular en un máster de primeros auxilios y practico el boca a boca con mi mujer, para que no haya celos infundados. No tengo ningún refugio sotanil y la cosa radioactiva me da pánico. ¿Y si me compro una radio de onda corta? O ¿unas placas solares para genera luz? Me da miedo la oscuridad.