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El sol en su cénit

La Tronera ·

ISABEL FERRANDO

Dénia

Martes, 5 de julio 2022, 17:50

Fuimos a pasar el domingo, que fue especialmente caluroso, como los que nos quedan por venir, a la Marineta Cassiana. Soy más de Les Devesses, pero no teníamos ganas de coger el coche y esta queda a tiro de piedra. Aunque con el sol allá arriba es verdad que el paseo se nos hizo largo como un día sin pan, que no es lo mismo que salir a caminar de buena mañana.

El caso es que la parte norte de la playa estaba cubierta por un espeso y oloroso manto de posidonia. No me molestó especialmente, sobre todo porque recuerdo muy bien cómo eran las playas cuando era pequeña -y me ponía morenísima en verano- y porque a la vista de cómo estaba el mar, lo normal era esperar que estuviera escupiendo alga (que ya, que no es una alga, que es una fanerógama marina) durante días y días.

Solo por curiosidad he estado siguiendo el tema en algunas redes sociales, y al igual que antaño, vuelve a ser motivo de discusión si se limpian o no las playas. Y me alegro muchísimo de que lo sea. Sobre todo porque eso nos da la oportunidad de explicar que una playa a la que los temporales tiran semejante cantidad de alga, es una playa con aguas vivas. Pero más allá de eso, porque ¡a Dios gracias!, el detalle demuestra que hemos vuelto a nuestras vidas.

Nos amenazan con la ola número siete, y no de mar, sino de COVID, y veo que ya nadie habla de que si había mucha gente en la Nit Oberta o no. Y eso es bueno porque ya no tenemos miedo. Nos dicen que está subiendo la incidencia y en vez de clamar porque pongan puertas al campo, vamos a la greña por la posidonia de las playas, y eso es bueno porque lo otro era imposible y así se demostró. Asistimos a las discusiones de la vecina Xàbia de las competencias sobre el acceso al Portitxol, y eso es bueno, porque quiere decir que podemos ir a la playa.

Quizá es que me dio demasiado sol el domingo –sigo igual de blanca, eso sí- pero hay algo de agradable en la rutina de otros veranos, aunque sean las discusiones de siempre. A ver lo que nos dura.

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