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No entiendo muy bien la reacción ayer del Pipo en rueda de prensa. Como tampoco acabé de entender su talante tras el empate ante el ... Mallorca hablando de hipotéticas frustraciones futuras. Por no enredar, aclaro que todos tenemos el mismo concepto profesional de Baraja; lo que está haciendo en el Valencia es increíble. Espectacular. Maravilloso. Y eso no va a cambiar por muchas ruedas de prensa que dé en similares parámetros a las dos últimas. El Valencia es lo que es gracias a él y a pesar de Peter Lim. Dejado claro esto -que es lo más importante de todo- vamos con las cuestiones secundarias que son las de esta semana.
¿Por qué está irritado? ¿Por qué no le gustan las preguntas que se le formulan? Del mismo modo que nosotros no le hacemos culpable de los jefes que tiene, Baraja no debe pagar con nosotros la dantesca realidad de su club. Y en ese club ha habido una reunión al más alto nivel... sin el director deportivo.
Un club de fútbol que se reúne sin el encargado del fútbol. Es como jefe de bomberos sin agua en un incendio. De risa. Pero, claro, si al Pipo le parece, cuando llega la rueda de prensa, le preguntamos por la defensa del Granada y no por Kiat Lim. O le preguntamos por el ambiente en Los Cármenes y no por la ausencia de Corona en Singapur.
Que yo entiendo que él esté harto de hacer de portavoz de todo lo que pasa en este club de traca. Pero nosotros no hemos puesto los petardos. El otro día le pasó algo parecido tras el Valencia-Mallorca. Su equipo tuvo una actitud competitiva la primera parte y otra muy distinta la segunda. Ni siquiera les estoy hablando del resultado o de las llegadas al área rival la primera mitad -cero-. Solo me ciño a lo 'controlable'; el hambre con la que tú sales a jugar un partido. Sobre todo en tu casa. Y hubo una distancia sideral entre la primera y la segunda parte. Pues si le parece al Pipo no preguntamos por eso. Si acaso le preguntamos después del partido sobre si él haría pausas de hidratación a partir de abril o si volvería a los tres cambios en agosto. Seamos serios. Digo yo que, después de un partido, los periodistas podremos -y debemos- preguntar sobre lo que ha pasado en ese partido ¿no? ¿O tampoco preguntamos por qué prefiere cambiar de posición a Foulquier en lugar de poner a Jesús? Será lo normal preguntarlo, ¿no? Y eso no va a provocar ninguna frustración en el ambiente ni va a cambiar la valoración de su trabajo.
El otro día hubo 'run-rún' en Mestalla porque el equipo en la primera parte no iba y no por empatar ante el Mallorca. Es así y no es culpa nuestra. Y ayer le preguntaron sobre la reunión... porque hubo una reunión con ausencia del director deportivo. Si hasta fue el propio Corona el que dijo que no fue una reunión para tratar temas deportivos. ¿A alguien le parece eso normal con todos los clubes planificando el próximo verano? Pues habrá que preguntar, ¿no? De todo esto no tiene la culpa Baraja. Pero mucho menos los periodistas por preguntar. Ya sabemos que a él le gustaría que sólo habláramos de asuntos que no le compliquen la vida. Pero el valencianismo quiere saber y nosotros somos los encargados de las preguntas incómodas.
Todos en Valencia entendemos perfectamente lo difícil de su situación y el ninguneo constante que recibe desde dentro mereciendo lo contrario. Pero, claro, él tendrá que entender que los periodistas no nos inventamos los temas o las preguntas. Nos ceñimos a la actualidad. Y es lógico preguntar al único que habla. Y al único, por cierto, al que creemos. Porque tiene todo nuestro respeto.
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