Cambio frente a gestión

El PSPV se aferra a la gestión desarrollada en estos últimos cuatro años, marcados básicamente por la pandemia y por cómo se ha hecho frente al Covid en hospitales y centros de salud. Los socialistas se muestran confiados con los resultados obtenidos con Ana Barceló y Miguel Mínguez al frente de la conselleria. Defienden que la Comunitat ha solventado los arreones del virus mejor que otras autonomías y que no les ha temblado el pulso a la hora de no prorrogar los contratos y revertir a manos públicas las concesiones. Destacan la cantidad de obras que hay en marcha (con la ampliación del hospital Clínico y el futuro complejo Ernest Lluch de Campanar como punta de lanza); y muestran su satisfacción con el acuerdo alcanzado con todas las fuerzas sindicales (salvo CESM-SAE) para implantar mejoras laborales para el personal sanitario como la jornada de 35 horas semanales. ¿Será suficiente para convencer al sufrido paciente-votante? En unos días saldremos de dudas.

Sin embargo, en ocasiones la ciudadanía se decanta por una u otra opción teniendo presentes problemas más cotidianos, y para los que busca un culpable. Los plazos para tener cita con el médico de familia o para someterse a una intervención quirúrgica (excesivos en buena parte de los casos), las esperas para ser derivado al especialista o para contar con una prueba diagnóstica que aclare su dolencia (que a veces son realmente abultadas) o simplemente por la sensación de no recibir la atención sanitaria de calidad que merece.

Quizá los pacientes de Torrevieja no están del todo contentos con la asistencia que reciben después de que Sanidad se haya hecho cargo del departamento. Ni algunos profesionales cuando vean que no pueden consolidar su plaza porque no dominan el valenciano. O esos enfermeros que se enfrentaron a un atípico examen -que acumula miles de reclamaciones por la dificultad y el contenido de las preguntas- y todavía no tienen ninguna respuesta. Todo suma en unos comicios tan ajustados y en los que las vivencias particulares pueden ser determinantes en la elección.

En el PSPV creen que es más que viable reeditar el Gobierno del Botánico, pero no contemplan que sea alguno de sus socios el que se ponga al frente de Sanidad. Compromís ya lo ha dejado caer. Dice que contratarían a más médicos y enfermeros y que harían un centro de especialidades a 30 minutos o menos de cualquier domicilio del interior de la Comunitat, pero su apuesta por el requisito lingüístico lo hace prácticamente imposible porque ahuyentaría a más profesionales de los que atraería. Por tanto, la implantación de esta exigencia de dominar el valenciano dependerá del peso que los nacionalistas tengan en un hipotético pacto tras el 28 de mayo.

Frente a ello, los compromisos del PP, desde donde abogan por una gestión más eficiente y alejada del sesgo ideológico del actual Consell, que por un lado clama por la gestión pública pero cada vez son más los enfermos que de forma directa (derivaciones quirúrgicas) o indirecta (obligados a contratar seguros de salud) son empujados al sector privado. Los populares defienden sin complejos una colaboración clara y productiva cuando lo público no pueda atender todas las necesidades.