Algo no cuadra

Rápidamente, desde la conselleria negaron que el motivo fuera la falta de especialistas (subrayaron que se había pasado de los 378 de 2015 a los 484 de 2023), sino a un incremento en la cantidad de mujeres que se someten a estas pruebas. Y explicaron por qué se había adoptado la decisión: la Comunitat tiene una de las coberturas más extensas (a mujeres de 45 a 74 años), en otras autonomías también se hace una única lectura, los protocolos europeos recomiendan la doble lectura en el caso de radiólogos no expertos (con menos de 3.500 estudios al año) mientras que la región cuenta con una plantilla formada en su totalidad por radiólogos expertos, si existe «la mínima duda» sobre el resultado se realizarán las revisiones, lecturas o pruebas complementarias que sean necesarias, etc... Para insistir, también, en que era una decisión coyuntural (que depende de la combinación de factores y circunstancias, según la RAE).

Ante esto, resulta llamativo que, si tan controlado estaba el asunto con una única lectura, y el problema no era un déficit de facultativos... ¿Por qué se retoma la doble lectura en sólo cuatro semanas? Un mes en el que Sanidad ha recibido críticas por la oposición, de los profesionales y de las afectadas. Además, el cambio se produce justo después de mantener una reunión de los radiólogos en la que estos especialistas subrayaron la necesidad de mantener las dos opiniones.

Este cambio de rumbo lo explicó el propio titular del departamento, Miguel Mínguez: «En un momento determinado se hizo un análisis de la lista de espera que teníamos de mamografías, en parte debida a la etapa Covid. Y para rápidamente disminuir esa lista de espera, se disminuyó ese número de lecturas, pero eso fue provisional, porque teníamos que, además, reorganizar el sistema de lecturas con los departamentos que tienen radiólogos en los hospitales expertos en mamografías». «Y a partir de la cuarta semana se ha visto la viabilidad de volver a la segunda lectura y se ha institucionalizado».

Ante esto, surgen varias dudas. Si tan seguro era realizar una sola lectura y además ayuda a reducir las listas de espera ¿por qué se ha vuelto al sistema anterior? Y si al final no era tan conveniente realizar una única lectura ¿qué pasa con las mujeres que se han sometido a una mamografía en el último mes y cuya prueba sólo la ha visto un único profesional? ¿Y por qué se ha hecho ese análisis de las listas de espera y esa reorganización del sistema apenas dos meses antes de elecciones? Algo no cuadra.