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Peter Lim, en Mestalla. Jesús Signes
Opinión

Editorial | Lim se queda sin excusas

El varapalo judicial al Valencia por la ATE de Mestalla deja al accionista en una posición delicada y hace peligrar el Mundial

Editorial

Valencia

Viernes, 12 de abril 2024, 13:54

Lo que era una evidencia, los incumplimientos del Valencia CF en materia urbanística relacionados con la construcción del Nuevo Mestalla en la avenida de las Cortes Valencianas, han quedado reflejados en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia. Un varapalo judicial en toda regla para el máximo accionista de la entidad, el empresario de Singapur Peter Lim, que no parece dispuesto a culminar este proyecto a pesar de las implicaciones que dicha actitud puede tener en el futuro del club y de la propia ciudad.

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Porque ya no es sólo que para el Valencia CF y para su sostenibilidad económica resulte insoportable mantener dos estadios sino que, además, la tercera ciudad española puede quedar fuera de las sedes del Mundial de fútbol que en 2030 se celebrará entre España, Portugal y Marruecos. Lo que, en términos de prestigio, resultaría un duro golpe para la marca Valencia. Tras el fallo del tribunal, la situación puede entrar en un laberinto si los gestores del club deciden recurrir ante el Supremo, lo que alargaría durante años la resolución del conflicto y cargaría de incertidumbre la candidatura valenciana.

Sólo la presión de las instituciones puede obligar a Peter Lim a asumir los compromisos que ha venido incumpliendo y que hacen que en estos momentos, la gigantesca estructura varada en mitad de la avenida se encuentre en el mismo estado que cuando se paralizaron las obras, en el ya lejano 2009. Y exactamente igual que las recibió él en el momento en que se hizo con la propiedad de la entidad valencianista. Tampoco el hotel previsto y el polideportivo para el barrio de Benicalap son hoy una realidad, a pesar de los requerimientos y de la insistencia con que el Ayuntamiento ha tratado de obligar a Lim a cumplir lo que estaba escrito. El fracaso del proyecto de Peter Lim para el Valencia es fácilmente comprobable a partir de las últimas campañas ligueras del Valencia, alejado de Europa.

La meritoria temporada que está cuajando el equipo mandado por Baraja no es suficiente para olvidar que el club ha pasado de los puestos altos a la mediocridad más absoluta. Y que los valencianistas se tienen que conformar con ver la Champions por televisión. Pero el mayor símbolo de que no ha sido capaz de reflotar e impulsar la nave blanquinegra, que es lo que anunció cuando compró la mayoría de las acciones, es un NuevoMestalla parado en el tiempo. Como ahora han venido a confirmar los tribunales.

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