Dos acertantes se reparten 204.000 euros en la Primitiva de este sábado

La ira forma parte del riesgo. Por una parte -según el experto Peter Sandman- porque nos vemos expuestos de manera involuntaria al peligro -la inundación-. ... Se une a ello un fuerte sentido de injusticia: ¿por qué me pasa esto a mí? Otros factores como la alerta tardía, la ausencia de muestras de preocupación y de explicaciones, acciones y soluciones, propician el sentimiento de ultraje. Por último, el miedo: a la oscuridad, la incomunicación, la falta de agua y alimentos, al sonido de la desesperación, la humedad, los gritos de auxilio, el presente y el futuro. El desgarrador vídeo del historiador Santiago Posteguillo se ha hecho viral porque suena a verdad. Pero es la verdad incómoda que vivieron miles de personas, y que hemos escuchado muchos de nosotros de boca de un familiar, compañero, un amigo, un alumno o un vecino.

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Gestionar el ultraje público es, por tanto, un aspecto esencial en la respuesta a la DANA. Otra cosa es cómo se ha manejado. La exconsellera Montes ha pagado con el cargo la frialdad y, sobre todo, el tono acusatorio hacia los familiares de las víctimas mortales a las puertas de la morgue, tan necesitados de cariño y comprensión, de un espacio físico y apoyo psicológico para afrontar el duelo. Margarita Robles, cuyo encuentro con unos vecinos de Paiporta en un garaje inundado podría haber sido un momento único de unión y escucha, se ha transformado en polémica y viral, por la poca cordialidad y empatía de la Ministra de Defensa. ¿En qué punto hemos perdido la cordura? Habla Nuria, farmacéutica de Chiva, describiendo la actitud del rey Felipe VI durante su última visita a la Comunitat Valenciana: «Ha escuchado perfectamente todo lo que le hemos contado, ha empatizado. No es lo mismo oír que escuchar: él escuchaba atentamente».

El cansancio y los nervios, en un contexto de crisis y emergencia, pasan factura a los políticos, desbordados; pero lo primero, siempre, es ofrecer información, respuesta a necesidades vitales, acompañamiento, cariño y consuelo a los afectados. Va en el cargo no perder los nervios, mantener la calma, dar aliento en todo momento y en todo lugar. En público y en privado. No hay momento de flaqueza hoy, de error, grande o pequeño, que escape al escrutinio público: la presencia de móviles lo ha cambiado todo. La entereza y la capacidad de comprensión del rey Felipe VI y la reina Letizia ante la tragedia humana en Paiporta hicieron aflorar lo que subyace a la indignación: lágrimas, dolor, miedo e incomprensión. Como dice Sandman, quien actúa de forma irracional no es quien se indigna, sino quienes ignoran la ira y el dolor.

El cansancio y los nervios pasan factura a los políticos, pero lo primero es ofrecer respuesta y consuelo

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