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Directo Sigue el minuto a minuto del superdomingo fallero

La polarización no tiene color. Es el canto de sirena que llama al votante desde un extremo cualquiera del espectro político. Inducida e interesada, permea ... el discurso de los líderes y cala en las redes sociales a lo largo y ancho del globo. Se apoya en la cosificación, la degradación y la humillación del adversario-enemigo. Y aumenta cuando el belicismo encubierto da paso a un lenguaje descarnado que exacerba la deshumanización y la intolerancia. Un muro, una amenaza, una estrella. La polarización crea universos cerrados que se explican a sí mismos, tan confortables como falsos. Cortina de humo y refugio para unos y otros en tiempos convulsos, dificulta los acuerdos en el parlamento y el diálogo en la calle. Sin ética, la política conduce a marchas forzadas hacia la fractura social. Avanzar: sí, por caminos diferentes. Consensuar: sí, por separado. Si quiere revolucionar una comida de Navidad un tanto alicaída diga Carles Puigdemont.

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