La reconstrucción de Notre-Dame

Poco después de su nombramiento, en 2019, el general anunció que Notre-Dame abriría sus puertas el 16 de abril de 2024. Pese a la complejidad del encargo, el cálculo del militar fue casi perfecto. No es fácil en la distancia apreciar la magnitud de la catástrofe y su impacto, porque la televisión es un medio limitado para transmitir la foto fija. Solo en un viaje a París, años después de la tragedia, pude comprender plenamente el sentir de Francia y el esfuerzo hercúleo necesario para la restauración, al recorrer con la mirada los andamiajes y los restos de la catedral desde la Rue du Cloître. ¿Restaurada en cinco años? ¡Imposible!, hubiera dicho entonces. Pero lo consiguió.

Al anunciar la reapertura del templo en diciembre, Macron ha recordado de nuevo con gratitud al que fuera Jefe del Estado Mayor del Ejército entre 2006 y 2010. Una obligación moral, porque durante la primera visita oficial, los asombrados y escogidos visitantes repetían a media voz, una y otra vez: ¡C'est magnifique! Más tarde, al ver las imágenes, el mismo y unánime veredicto en redes. Notre-Dame es hoy un impresionante templo amplio, brillante y luminoso.

El general Gan Pampols, de reconocida trayectoria, tiene ante sí, como Georgelin, el mayor reto de su carrera: diseñar la estrategia para restaurar los estragos causados por la riada: a los daños sufridos por 33.000 viviendas, hay que sumar la destrucción del tejido económico y social y de las infraestructuras, cuyo coste de reparación supera los 2.000 millones de euros. ¿Será capaz Valencia de repetir el milagro de Notre-Dame? Nuestra provincia, devastada por la DANA, se hermana con Francia en el reto y también en la solución: poner al frente de una tarea monumental de reconstrucción a un reconocido militar. El logro de Georgelin en París alimenta la esperanza: su formación militar -la determinación, el liderazgo y la capacidad de planificación estratégica y de organización- fue decisiva para el éxito de su última misión.