Las serpientes del verano

La más escurridiza sin duda Puigdemont. Caricatura de sí mismo, compitió en espectáculo con los mismísimos Juegos Olímpicos; el lento goteo de medallas en París contribuyó a acentuar en exceso el protagonismo del político catalán. Como contrapeso Nadal, Alcaraz, Carolina Marín, el tirador turco, las guerreras del waterpolo, la Roja. Lo peor: la inmerecida ola de misoginia y mensajes de odio en las redes que desató la derrota de la selección femenina de fútbol. Lo mejor: el espíritu deportivo. La anécdota: Leonor y Sofía, espectadoras de lujo en el hockey, confundidas con jugadoras descartadas por un comentarista despistado.

El ministro Puente entró directo en los trending topic al declarar en plena crisis de imagen que el tren vive «el mejor momento de la historia». Léase: aglomeraciones, altas temperaturas, retrasos, correteos por las vías, hacinamiento en Chamartín, averías con rebelión a bordo, caos en Cercanías. Le vimos tomar el aperitivo en el mar. Desaparecido, poco empático con los miles de españoles que se desplazaron en tren en las vacaciones. Chamartín. Madrid-Valencia. Otra vez a sufrir, con lo que pasamos con la autovía, que se completó 30 años después de construirse el primer tramo. Las cifras récord de la inmigración ilegal abrieron otro frente informativo y político, con Sánchez escurridizo, centrado su equipo en apagar los fuegos del concierto catalán. La inmigración es ya la cuarta preocupación de los españoles.

Más madera. En la segunda quincena también dieron aire a los titulares Kamala Harris, Daniel Sancho, Ucrania, Venezuela, la princesa Leonor (que ingresó como guardiamarina en la Academia Naval de Marín) y los Juegos Paralímpicos, donde brillan los valencianos, que reciben poco a poco la cobertura que merecen. La victoria de la oposición en Venezuela aplastada por Maduro, el avance de Ucrania en territorio ruso y la popularidad de Kamala Harris, desaparecida en combate durante la vicepresidencia, que ha descolocando a Trump. Acaba el verano con los coletazos del caso Sancho, transmutado en drama carcelario, con pugna familiar y en busca de audiencia. El colofón, digital, «Mercadona de siete a ocho», una broma que ha llegado a los informativos al hacerse viral. Del meme al memo hay poco trecho.