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Las Musas eran las diosas que inspiraban a los creadores, artísticos o científicos, en todas las ramas del conocimiento. Cada una de las nueve Musas ... representaba un aspecto específico de la creatividad humana. Eran hijas de Zeus y de Mnemósine. ¿Quién es Mnemósine? Pues era la diosa de la memoria, y eso es precisamente lo que significa en griego el nombre de la diosa: «memoria». De hecho, cuando queremos recordar algo, intentamos utilizar reglas «mnemotécnicas».

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De esta misma raíz, «mnéme» viene el latín «memoria» (palabra que no ha cambiado en español) y viene también «amnesia» que es la falta de memoria, literalmente. A través de la memoria retenemos nuestras vivencias, nuestras experiencias, nuestro conocimiento, nuestra identidad, somos capaces de recordar momentos de alegría y tristeza, logros y fracasos, amores y despedidas. Por eso es tan desolador el Alzheimer, esta enfermedad que provoca la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, incluida la memoria. Y es que, si somos algo, somos memoria.

La memoria no sólo almacena todo esto, la memoria influye también en la toma de decisiones. La innovación, la creatividad, surgen de la memoria. Por eso las Musas, que inspiran la creación, son hijas de la diosa de la memoria. Es todo un mensaje: no hay futuro sin memoria.

De esta misma palabra «mnéme» viene también «amnistía», literalmente «olvido». La amnistía es el olvido legal de delitos, «que extingue la responsabilidad de sus autores». Otra cosa es el indulto, que es una medida de gracia, mediante la que el gobierno anula la pena impuesta por un delito (yo estaba a favor del indulto, pero no de esta amnistía).

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Pedro Sánchez va a perpetrar una amnistía a la carta para Puigdemont, prófugo de la justicia, y para los golpistas independentistas (así los calificaron la fiscalía general del Estado y los tribunales de justicia). Va a perpetrar esta amnistía porque necesita esos votos para seguir siendo presidente del gobierno de España. Esto supone reconocer que las leyes que se aplicaron eran injustas y supone asumir que nuestro país no es un régimen democrático.

Esta amnistía no se hace en «el nombre de España», como decía este fin de semana Sánchez, retorciendo las palabras, como siempre. La amnistía de Sánchez se hace en el nombre de su interés personal, en el nombre de su falta de principios, en el nombre de su ansia de poder. La amnistía de Sánchez se hace contra la Constitución, se hace contra nuestra libertad, se hace contra las leyes, se hace contra los tribunales de justicia, se hace contra la convivencia, se hace contra la memoria democrática de este país, se hace contra la reconciliación de la transición, se hace contra la igualdad de los españoles.

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«Humillación» no tiene que ver etimológicamente con «amnistía», aunque esta amnistía de Sánchez es la humillación de la democracia y de la Constitución.

Sánchez aprobará la amnistía, pero no el olvido, pero no la amnesia de esta humillación.

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