¿Qué me puede causar más alegría que conseguir un maestro para los hijos de tu hermano?» le dice en una carta el escritor latino ... Plinio el Joven a un amigo suyo. Porque, continúa, nada hay más importante que la educación y para eso es fundamental tener buenos maestros.
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Las palabras lo dicen todo, y al fin y al cabo somos lenguaje («En el principio era la palabra»). 'Maestro' viene del latín 'magister', que a su vez viene del adverbio 'magis' que significa y da en español 'más'. 'Magister' se llama así porque 'es más', es decir, porque 'sabe más', porque 'tiene más autoridad'. Me parece una palabra maravillosa. Los maestros se merecen 'más': 'más' autoridad, 'más' reconocimiento y 'más' sueldo.
Pienso en los maestros y profesores que sufren las reformas de la educación en España cuando leo los resultados del último Informe PISA sobre la educación, en el que los alumnos españoles de 15 años caen en todas las materias examinadas, especialmente en Matemáticas y Ciencias. Hay muchos factores, el abuso de los teléfonos y las pantallas en los centros educativos, la falta de implicación de los padres en los estudios de sus hijos (ya Quintiliano se quejaba hace 2000 años de que las familias lo dejaban todo en manos de las escuelas) y, especialmente por la pérdida de exigencia en el sistema educativo.
Como señala mi querido Gregorio Luri, «nuestro sistema genera más deficiencia que eficiencia». Una de las competencias específicas de matemáticas de 4º de ESO que establece la ley de educación en nuestro país es «desarrollar destrezas sociales reconociendo y respetando las emociones y experiencias de los demás, participando activa y reflexivamente en proyectos en equipos heterogéneos, con roles asignados, para construir una identidad positiva como estudiante de matemáticas, fomentar el bienestar personal y grupal y crear relaciones saludables». Literal. Claro, luego que bajamos en competencia en matemáticas.
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Educar es sacar lo mejor de cada uno. La educación no sólo es un derecho individual, sino también una obligación social, una inversión en el éxito colectivo de una sociedad. No afrontaremos el futuro con seguridad si no tenemos un buen sistema educativo, que saque lo mejor de cada estudiante, que reconozca el esfuerzo y el aprendizaje, que busque la excelencia y que no deje atrás a nadie.
Perdidos muchas veces en debates estériles, una de las cosas más importantes y urgentes que tenemos que hacer es mejorar nuestro sistema educativo en España. De esto sí se tienen que ocupar los ministros. Por cierto, 'ministro' viene de 'minus', que significa y da 'menos' en español: 'ministro' quiere decir que 'está al servicio de los demás'. Convendría recordárselo. Porque nunca han hecho tanta falta los maestros y nunca antes los ministros han podido llegar a menos. Necesitamos una educación para ir a más.
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