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Pues al fin se confirmó. El Athletic es campeón de Copa y el Valencia está en puesto europeo. Suena raro hasta decirlo pero, tras treinta ... jornadas disputadas, el Valencia vuelve a estar donde siempre debe estar y de donde nunca debió salir: la zona europea de la Liga. Ese debe ser cada año su peor escenario. No voy a pedir aquel Valencia campeón que disfrutamos el pasado viernes por la noche en Mestalla. Me conformo con el que todos hemos vivido siempre -siempre sin Lim- que era ver al club che cada temporada peleando entre los siete primeros puestos de la Liga. Cuando yo era niño por un puesto en la UEFA o en la Recopa. Hoy Champions, Europa League o Conference League. Me importan poco las nomenclaturas de las competiciones. El Valencia es un grande del fútbol europeo y es ahí donde debe estar. Igual que el objetivo del Valencia no puede ser salvarse y yo jamás acepté semejante discurso de mediocridad. No me sacarán de ahí. Y que no me cuenten que vivo fuera de la realidad, lo que no acepto es esta realidad. Y seguiré luchando para que nadie la acepte. Porque aceptarla sería perder la partida y que la gane Lim. Y eso sí que no.
Así que ahí está la clasificación: séptimos y zona europea. El trabajo de Baraja es digno de estudio y por supuesto de aplauso. Ahora habrá que esperar a final de curso para saber si la temporada es de sobresaliente o de notable alto. La matrícula de honor se perdió con la alineación de Copa frente al Celta. Pero del notable alto no bajará un año fantástico en el que se recuperó la ilusión primero y los resultados después. Hoy todos tenemos en la boca la palabra 'Conference'. Algunos con ilusión y otros con recelo. Entiendo a los del recelo pero ese nunca será mi camino. Y les entiendo porque con Lim al mando siempre hay posibilidades de empeorar aunque parezca imposible. Este personaje es capaz de, jugando dos competiciones, debilitar aún más al equipo en verano y quedarse tan ancho. Pero no se equivoquen; eso puede pasar con o sin competición europea. Lim tiene el botón rojo de la autodestrucción que aprieta cuando le viene en gana. Ni necesita motivos ni da explicaciones. Así que el 'y si...' hace tiempo que ni lo contemplo. No vi al Valencia descendido el año pasado en marzo ni le vi para descender en noviembre. Y no me ha ido mal, oiga. Es lo que tiene pensar de cosas que aún no han ocurrido; cada uno elige cara o cruz. Y yo, entendiendo al que mira la cruz las 24 horas del día Meriton, prefiero mirar con ilusión y optimismo lo que vendrá. Y si lo que viene es volver a Europa yo seré muy feliz. Primero porque económicamente es una partida de ingresos nueva y golosa, y segundo porque -siendo realistas- es una competición que el Valencia puede pelear por ganar. Ningún equipo español lo ha hecho y el Valencia podría inaugurar un palmarés en el que ya se encuentran la Roma y el West Ham como campeones con Fiorentina y Feyenoord finalistas. Ninguno de esos cuatro clubes, por cierto, con mayor en historia y títulos que el Valencia. Pero, a través de la Conference y esas finales, han ido recuperando presencia y prestigio europeo. Jugar entre semana es estar en el escaparate. No jugar nada es seguir en la mediocridad. Los jugadores quieren intentarlo y yo quiero que lo consigan. Y, una vez termine la temporada, si volvemos a tener fútbol los jueves en Mestalla, a disfrutar en el asiento como este año en la Liga; que al principio todo parecía un drama apocalíptico y se ha convertido en una preciosa historia con final feliz.
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