Urgente ÚLTIMA HORA | La mascletà de hoy se dispara pese a la lluvia

Tienes que entenderlo, porque ya eres mayor: a veces, en Fallas, llueve. No sirve de nada la pataleta, ni la rabieta. Ha pasado muchas veces; ... en realidad, de cada seis u ocho años hay uno con las fiestas pasadas por agua; el mes de marzo de 2022, sin ir más lejos, fue muy lluvioso y también se deslució la fiesta.

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Y si quieres, si te aburre estar bajo el paraguas esperando la hora en que tu comisión tiene previsto desfilar, piensa en otra cosa, en países con mucha lluvia, pero sin la alegría de la Virgen al final del recorrido, que eso sí que tiene que ser triste de verdad: una desolada plaza adoquinada de Linz, te pongo por ejemplo, o un tedioso atardecer escocés, venga de llover, con todos los pubs cerrados. Aunque, si quieres, puedes consolarte pensando en Alemania, qué gusto. A mí, casi me dio un mareo el otro día, cuando leí que Friedrich Merz, el futuro canciller, había llegado a un pacto con los Verdes y los socialistas, para gobernar la nueva etapa del país sin necesidad de la ultraderecha y la ultraizquierda.

Qué bonito debe ser ¿verdad? Tener políticos así, sin rebaba agria, como los de aquí. Prácticos, razonables, que han pactado una colosal inversión para aumentar el gasto en dos parámetros sustanciales, las infraestructuras y la defensa. Que, si te fijas, en nuestro tiempo, son conceptos cada vez más convergentes. Porque hoy en día, el enemigo de Europa, o sea el emperador Putin de Rusia, nos combate a unos con misiles, como pasa en Ucrania, pero a otros reventándoles un gaseoducto o calentando la cazuela del independentismo catalán. De modo que invertir en seguridad tecnológica es más práctico, e igual de caro, que fabricar munición perforante para carros Leopard.

Y es que Alemania ha entendido que hay que hacer las dos cosas -proyectiles y tecnología refinada- porque la defensa, en el siglo XXI, es un concepto de paredes delgadas. Y que además hay que desplegar un grandioso plan de obras públicas, con dos vertientes: renovar infraestructuras y ocuparse del medio ambiente, como han pedido los Verdes. Porque allí los Verdes son gente rara que no quiere solo insultar al Mazón de turno, sino desviar los barrancos que son los verdaderos culpables de las inundaciones. Si el clima está cambiando, entienden allí, mejor hacer diques que ladrar.

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La lluvia es buena. Y ayuda a sentarse un rato y pensar, mientras a los ninots les cae un chorrito por debajo de la nariz. Pensar, pensar, pensar... Darle vueltas al precioso tiempo español que Sánchez está perdiendo antes de que le arreen un correctivo por el pésimo comportamiento de su familia y de los Ábalos más cercanos. Y darle vueltas, también, al escaso sentido práctico, a la falta de sagacidad y visión histórica de la derecha española.

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