El cuadro de Espinosa, restaurado, está como nuevo. Tan mal estaba que, en realidad, ha sido reconstruido, pincelada a pincelada. La Virgen lleva un manto con el escudo de Valencia bordado cien veces, y los jurados de la ciudad se arrodillan ante ella. El jueves, ... cuando se presentó el lienzo a la prensa, Pablo González Tornel se refirió a la importancia de la obra dentro de la pintura barroca valenciana y española; y Sofia Martínez, la directora de la recuperación, de la tarea de resucitar un lienzo que estaba muy deteriorado. Pero fue la alcaldesa María José Catalá la que habló de corporación y municipalismo, y del cuadro como símbolo de una ciudad que, al menos una vez, en el lejano 1662, se puso de acuerdo en algo: la defensa de la Inmaculada Concepción de María, una creencia entonces valiente y controvertida, discutida dentro mismo del Vaticano, que no la convirtió en dogma de fe hasta casi dos siglos después.

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María Inmaculada. Notre Dame. El templo de París, destruido hace cinco años por un incendio, ha sido reconstruido. Y, como pudimos ver el sábado, la Virgen ha hecho el milagro de que un Estado laico entienda de maravilla los símbolos, los valores e incluso los beneficios turísticos -doce millones de visitas al año- que reporta una tarea de reconstrucción; asumida en este caso como misión en la que se ponen en juego todas las capacidades de una colectividad. Y en la que se da las gracias tanto a los bomberos que trabajaron en el incendio como a los artesanos que han rehabilitado el templo.

En la ceremonia, Macron, con su grave crisis política a cuestas, habló de «una metáfora de la nación». O lo que es lo mismo, de un esfuerzo de reconstrucción, necesariamente coral, que quiso enlazar con momentos solemnes, de 'grandeur', de la gran historia francesa. El presidente, durante cinco años, ha liderado ha llevado adelante la tarea contra una variada gama de opositores de todos los ámbitos: desde la parlamentaria y política, propiciada por radicales de toda clase, hasta la ecologista, que se opuso a la tala de robles necesarios para reconstruir la techumbre incendiada. Con todo, tomemos nota: un total de 340.000 donantes han reunido 846 millones de euros.

Da igual que hablemos de cuadros, catedrales o comarcas inundadas. Si rehabilitar es una tarea muy difícil, liderar una operación que aspira a devolver la vida perdida a media provincia, lo es mucho más todavía. Para garantizar el éxito, se requiere un mínimo de interés, de espíritu y de fe en el futuro compartidos. Tiene que ser una misión política colectiva. Y de momento yo, lo que veo, son dos mociones de censura (Requena y Chiva) en las que se ha beneficiado el cainismo partidista de Diana Morant.

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