Difícil sacar conclusiones

Tras la victoria ante el Girona, cobraba incluso más importancia el duelo contra Osasuna. Ganar al equipo de Pamplona hubiese sido de obligado cumplimiento, de no sumar los tres puntos ante los catalanes, pero después de hacerlo, la posibilidad de abandonar, con sólo dos victorias ... en siete jornadas, los puestos de descenso, se consideraba un objetivo realmente positivo, de esos que encauza una temporada, de esos que inyectan moral y confianza, y te devuelve a una realidad menos trágica que la que estaba aconteciendo. Tenemos claro que, por desgracia, no podemos fijar objetivos demasiado ambiciosos a esta plantilla, pero también es cierto que, al menos para mí, si se logró lo que se logró la temporada pasada, y con ciertos retoques, nunca los necesarios obviamente, más del gusto del entrenador, algo parecido deberíamos hacer en esta. No siempre ocurre, esto es fútbol, pero las bases existían, y sobre ellas, debíamos construir un proyecto realista, pero nunca demasiado dramático. El comienzo de liga, aterrador, pero ya vamos, como decía antes, enderezando y aun con tropiezos lógicos y admisibles, no todos, no deberíamos sufrir para conseguir el objetivo principal. Baraja, en la alineación inicial, tan solo un cambio, Almeida por Javi Guerra. Esperaba alguno más, no muchas más, ya que, evidentemente, no es muy amplia la plantilla del Valencia, pero teniendo tres enfrentamientos en una semana, alguno más creía que el entrenador valencianista iba a decidir. Y opino que, la importancia que concede Baraja a este choque es enorme, y prefiere a los mejores sobre el terreno de juego, y ya veremos el sábado en San Sebastián. Ayer se trataba de ganar, ganar y ganar, el siguiente ante la Real, ya llegará. En cierta medida, me llamó la atención el comentario pre partido de Ruben baraja acerca de Javi Guerra, para mí el mejor ante el Girona. Es bueno, y da todo por demostrarlo sobre el campo. No siempre sale, los jugadores de calidad, dependen de muchas otras cosas, además del esfuerzo, pero él lo da todo por destacar e influir de la mejor manera posible en el juego del equipo. Dando por hecho que todos deben aumentar su rendimiento individual en estos momentos. A mí contra el Girona, me gustó especialmente, dentro de un partido gris del equipo en ataque. Primera mitad muy aburrida, ritmo lento, nula profundidad, ninguna oportunidad de gol. Difícil sacar conclusiones por lo visto durante estos primeros cuarenta y cinco minutos. Lógicamente, ningún equipo se adelantó en el marcador, quedaba la segunda mitad, a ver si con el paso de los minutos, alguno de los contendientes lograba un mayor control sobre el rival o, al menos, conseguía algún gol que cambiase las cosas. Ritmo muchísimo más alto en la segunda mitad, cinco minutos de presión, ocasión de Dani Gómez, la mejor hasta ese momento. Ida y vuelta, Osasuna creció con los cambios, cualquiera podía ganar. Cuatro de seis, una lástima no lograr los seis tras la victoria ante Girona.