Hay que empezar a sacar la cabeza

Dos equipos muy por debajo en la clasificación de lo que deberían estar, menos comprensible en el cuadro vasco, plagado de buenos futbolistas y con idiosincrasia de juego muy clara, más admisible en el Valencia, por confeccionar una plantilla sin inversión alguna, y por el calendario tan complejo que ha debido afrontar en este comienzo de liga.

Nunca ha sido nada fácil Anoeta, y ayer tarde no podía ser de otra manera, aunque el Valencia tenía su oportunidad, muy bien tendría que hacer las cosas para sacar algo positivo, pero siempre hay que jugar, y si lograba que pasaran los minutos sin que ellos sacaran ventaja en el marcador, las dudas te hacen perder seguridad y confianza, y así intentar aprovecharlo.

Preocupante, soy muy reacio a utilizar esta palabra, pero preocupante situación. Volvimos a perder tres a cero, pudieron ser menos, incluso se pudo competir si el Valencia hubiese sabido manejar mejor la exigua ventaja de la Real casi todo el partido, de tan solo un gol, pero ni supimos ni pudimos. Diez minutos de control, los primeros de la segunda mitad, dominio territorial, juego en campo contrario, un par de pelotas al área, el disparo de Pepelu y alejar a la Real de Mamardashvili. Y nada más. Descontrol táctico, errores técnicos, poca personalidad y escaso juego. Con muy poco, la Real Sociedad recuperó el tempo, el control, logró el segundo y finalmente consiguió hacer hasta el tercero. Y tres goles encajados, evitables en su mayoría. El primero por un desajuste al que no llegó nadie para marcar a Kubo, el segundo tras un error de ejecución en una volea realizada sin fe, sin convencimiento e innecesaria, que propició el fantástico contragolpe donostiarra, y el último, perdiendo la pelota en mediocampo, y jugadores, en concreto dos centrales y el otro lateral, por delante de Sergio Gómez, el futbolista al que encontraron para definir la contra.

Un querer y no poder, una bajada de brazos importante, visible, y una sensación de abandono preocupante, como decía antes. Vienen ahora los partidos, en teoría, de equipos que deberían pelear por lo mismo que nosotros, hemos hablado mucho del difícil calendario afrontado por el Valencia, para entender o justificar en cierta medida los resultados obtenidos. Si ahora se suaviza el calendario, deberíamos empezar a sacar la cabeza de manera definitiva de abajo. Para ello, más carácter, mucha personalidad y, por favor, mejora del fútbol creativo y ofensivo. Absolutamente necesario.