Secciones
Servicios
Destacamos
A falta de pan, a falta de contacto con la gente de los pueblos inundados, bueno es un encuentro con sus alcaldes, debieron pensar Pedro Sánchez y Pilar Bernabé, como antes Feijóo y Mazón. Nada más lejos de la realidad. Están tan quemados electoralmente como ... ellos. El regidor que no celebra los plenos a las 8 de la mañana, los oficia a puerta cerrada y en línea. ¿Es injusto y en todo caso inadmisible que no puedan ir por la calle, como se dolía Salva Enguix? Sí. Lo que ocurre es que hay quien está poniendo muy poco de su parte para calmar los ánimos. Una alcaldesa, por ejemplo, se ofendió de tal manera por no haber sido informada de la gira que los Reyes iban a realizar a su pueblo que les reprochó que no hubiesen visitado a los militares que «llevan más de 50 días haciendo lo que nadie -léase ningún vecino- quiere hacer». Otra está tratando de ilegalizar un depósito temporal de materiales arrastrados por las aguas porque la Consejería no se lo comunicó con suficiente antelación -¿meses?, ¿años, quizás?-. La diligencia con que algunos han repartido de oficio y de manera justa las ayudas concedidas por Amancio Ortega condena a los que han obligado a los afectados a hacer cola para pedir cita para solicitarla. Y si son las trumpistas que irrumpieron en la reunión del CECOPI reclamando su derecho a saber «qué se está haciendo para informar a nuestros vecinos», o lo que es lo mismo: para sacar pecho por cuenta de terceros, ya te puedes morir. No sólo porque la responsable máxima del orden en la Comunidad Valenciana fue la que les abrió la puerta de este capitolio de las emergencias, sino porque el conseller, JC Valderrama, consintió que se quedasen, es decir: que presumieran de defender los intereses de sus municipios, antes de que el Consell completara el estropicio modificando la composición y el funcionamiento del CECOPI para que se incorporen a él los regidores de los 28 municipios que permanecen bajo el 2º nivel de excepcionalidad, ignoro si con derecho a dietas. Una disparatada claudicación que únicamente servirá para convertir un órgano ejecutivo, necesitado como pocos de capacidad resolutiva, en una asamblea deliberativa, populosa e inoperante. Y todo por no plantarse ante un trío de oportunistas de las cuales sólo una, la de Catarroja, cuenta con un plan de actuación en caso de riada en regla; las otras dos, Benetússer y Sedaví, aún los están mareando. No. Los alcaldes de la dana no constituyen un buen escudo presidencial. Pese a lo cual sólo Vicent Mompó se ha atrevido a cantarles las verdades del barquero. Y porque le reprocharon que no hiciera algo de lo mucho que deberían haber hecho ellos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.