Urgente El PP europeo mantiene en Valencia la cumbre de finales de abril

Un alcalde se quejaba el otro día de que los ayuntamientos «gestionan grandes problemas con pocos recursos». La solución es bien sencilla: no gestionen los ... que no les corresponde gestionar. No asuman obligaciones que no tienen por qué asumir. En definitiva, no se metan en camisa de once varas demagógicas. Cíñanse a las tareas propias de su condición y verán qué pronto rebajan los 3.000 millones que adeudan las corporaciones locales por «estirar més el braç que la mànega». Ejemplos de lo que jamás deberían haber empezado a hacer los ayuntamientos hay a porrillo. Yo no sé si es que les traen buenos recuerdos a sus impulsores o es que creen que como la agonía de los salones recreativos coincidió con la de la Dictadura son unas víctimas más del franquismo. Pero sé de localidades donde a los centros sociales juveniles sólo les faltan unas cuantas máquinas de pimbola, el humo del tabaco y el trajín en los urinarios para parecer Billares Colón; donde las promesas electorales están poniendo en peligro la subsistencia de polideportivos y piscinas de titularidad privada, y donde la competencia municipal precipitó el cierre de cines, aparcamientos, etc. Ayuntamientos que no ejerzan de promotores de espectáculos quedan pocos. Y que no funcionen como agencias de viajes aún quedan menos. Cómo no van a ir apurados si se imponen el deber de mantener al vecindario en permanente diversión. «N'est pas posible!». Sólo un alcalde, JM Orengo, se ha atrevido a fletar un trasatlántico. 400.000€ le costó el crucero del V Centenario del Nacimiento de San Francisco de Borja. Pero autobuses a la nieve, a la Warner y a la Metro Goldwin Mayer, si se terciase, no paran de arrendar los concejales de aquí, de allá y de acullá. Sólo Alfonso Grau (por lo suyo) y Joan I. Pla (por tradición familiar) saben qué sería de las empresas de autobuses si las distintas administraciones no se pasaran el año organizando excursiones. Porque como ninguna de ellas quiere ser menos que la que más, todas hacen lo mismo. En punto a viáticos: El compañero J. Batista desvelaba anteayer que un estudiante valenciano puede lograr hasta los 7.385€ en becas y ayudas. Turismo: la AVT compite con el Imserso, y las diputaciones y los ayuntamientos con las otras tres. E incluso agricultura: el mismo Ribó que renunció a dar la cara por los arroceros en la Junta de Desagüe de la Albufera, se ha propuesto montar ahora una tira de contar -lugar donde los agricultores venden directamente los productos que cultivan como en la Edad Media- itinerante. Una iniciativa que, en todo caso, debería de haber partido de la consejería correspondiente, previa valoración de la maltrecha situación en la que se encuentran los mercados municipales.

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