Un Consell redentor

No es que Carlos Mazón sea un fresco por convertir el Consell en un aprisco de ovejas descarriadas como se está dando a entender. Es que aspira a continuar la benemérita labor emprendida por Roca Cabanellas en el campo de la rehabilitación y la reinserción ... sociolaboral. O al menos es la impresión que me da a mí, que traté al benemérito arzobispo trágicamente fallecido. Nos unió la persecución que la secta de El Patriarca desató contra él y contra «el periódico de mi digna dirección». El propósito de Mazón coincide en gran medida con el del fundador del Proyecto Hombre: rescatar a personas del vicio y/o la degradación. Lo acredita la recolocación de reconocidos invidentes políticos funcionales en puestos estratégicos de su administración. Véase los casos de Asunción Quinzá, nº 2 de Serafín Castellano en Gobernación (secretaria de Igualdad y Diversidad); JA Rovira, dir. gen. de Personal de Educación con Zaplana y con Camps (consejero de Educación) o de A. Caballer, consejera del balneario cuya médica carecía de titulación (directora gen. de Vivienda). Se deduce clarísimamente del número de renegados redimidos. Arrepentidos los quiere Dios. Y qué son si no arrepentidos: Ruth Merino (consejera), Emilio Argüeso (secretario del Sistema Sociosanitario) y A. Woodward y C. Gracia (dir. general y subscr. de Hacienda, respectivamente). Lo corrobora la firmeza con que está aplicando la más embarazosa de las bienaventuranzas sin pararse en barras judiciales. «Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia», reza Mateo 5:10. Y eso es lo que está haciendo él al aupar a Jorge Bellver, implicado en el caso Azud, a la dir. de Relaciones con las Cortes; a E. Montes, condenado por el agujero de la SGR, a la dir. del Instituto Valenciano de Finanzas; a Marciano Gómez, salpicado por el caso Osvaldos, al rango de consejero de Sanidad; a Alfonso Novo, que sólo pitufeó un billete de 500 que guardaba en la hucha, a la gerencia de FGV, y a Antonio Galvañ, al de secretario de Empleo, a pesar de que siendo dir. gen. de la IFA se olvidó de facturar al PP una cena para 3.000 personas, pero no así de cargar los 1.312€ en multas que le impuso Tráfico. Brindarles la posibilidad de comenzar de nuevo. Pero, sobre todo, lo confirma el hecho de que haya nombrado a Santiago Lumbreras secretario de RR.II. y Transparencia. Porque colocar al vecino y compañero de correrías pedestres de jefe de gabinete no tiene ningún mérito. Pero darle una segunda oportunidad a un tipo como Lumbreras y arriesgarse a que a la mínima saque el censor que lleva dentro y le ponga en un brete es algo que sólo está al alcance de un émulo de Roca Cabanellas: Carlos Mazón Guixot.