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Espadas

El fraude y la corrupción

Me cuento entre los que opinan que quizá no se debió crear la AVAF

Lunes, 29 de enero 2024, 00:02

La experiencia es atroz. Así en la URSS, donde, en palabras de Chernenko, «el PCUS contaba con un gran ejército de informadores voluntarios», y un niño, el célebre Morozov, llegó a acusar a su padre de malversación, como en Cuba, donde los innumerables Comités de ... Defensa de la Revolución se encargan de delatar a los sospechosos de traición... O en los EE.UU. de McCarthy. La denuncia anónima se presta a toda suerte de venganzas y ambiciones. Detrás de cada delación no siempre hay un patriota o un ciudadano ejemplar y desinteresado. Menudean las miserias, los despechos y las envidias. Pero como venimos de donde venimos, no lo olvidemos; Valencia, 'La ciudad de la euforia' (Rodrigo Terrasa dixit) aún no ha logrado desembarazarse del todo de la mala fama que se ganó a pulso y no es infrecuente que los 'arrepentidos' o las instancias superiores echen a perder o no premiosas, profilácticas y convenientes investigaciones judiciales, es inevitable acoger con preocupación que haya quien quiere poner a un zorro a cuidar la Agencia Valenciana Antifraude (AVAF) y que Vox sea partidario de suprimirla o transformarla en una dirección general dependiente del consejero de turno. Me cuento entre los que opinan que quizá no se debió crear, aunque el aire oliera a chamusquina. Y coincido con Miguel Barrachina en que, una vez creada, «debería haber hecho muchísimo más». Pero una cosa es evidente: si el bipartito la amortiza o la desvirtúa caerán sobre él todas las sospechas de complicidad con el pasado y de temor al futuro. Por eso es de celebrar que, tras unos días de inquietante silencio, el PPCV haya dado entender que no comparte el parecer de Vox y manifieste que se inclina más por una reconversión del organismo. ¿Una reconversión como la de los AHM o como la del Valencia CF de Baraja? Es lo que está por ver, aunque una pequeña omisión me induce a pensar que la adecuación de la AVAF a los nuevos tiempos dará que hablar. Me refiero a que la intención inicial de la Diputación era que la AVAF gestionara su buzón interno de denuncias de infracciones e irregularidades, tal como consta en el protocolo de colaboración suscrito por ambas instituciones. Y, sin embargo, algo o alguien se lo ha desaconsejado porque esta semana pasada se pusieron en marcha los doce primeros buzones instalados por la corporación provincial en otros tantos pueblos de menos de 300 habitantes. Y en el comunicado oficial se indica bien a las claras que será la institución que preside Vicent Mompó la que los 'gestione'. ¿Con idénticas garantías de confidencialidad? Eso apunta la nota con el mismo énfasis que pone en atribuir el mérito de esta iniciativa a las diputadas Paz Carceller y Amparo Folgado.

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