Borrar
Urgente La Primitiva de este lunes deja tres premios de 35.758,38 euros
Espadas

Impertinencia y censura

Compromís, no Vox, se despidió ofendiendo a los subsaharianos

Miércoles, 3 de abril 2024, 23:05

Pasará desapercibido -pensé- como ya se cuidaron de que no levantaran demasiada polvareda las reacciones que suscitó la última falla municipal encargada por Compromís. Pero ... no. Pere Fuset no se pudo reprimir y le preguntó al concejal de fiestas, Santiago Ballester, por qué fue retirado de la circulación el 'llibret' de la falla consistorial. Yo, a diferencia del aludido, que se salió por la tangente, me voy a tomar la libertad de contestarle en mi doble condición de metomentodo y de censurado. De entrometido, porque me quedé con las ganas de expresar lo que me pareció el adefesio de Escif, y de represaliado, porque lo fui por partida doble: los ayuntamientos de l'Alcúdia de Crespins y de Xàtiva, ambos en manos del PSPV en aquel entonces, se negaron a publicar los artículos que me encargaron para sus respectivos libros de fiestas. El PP hizo desaparecer la tirada del 'llibret' por lo mismo que la entonces concejala de Cultura por Compromís Gloria Tello indicó a Andrés Giménez que si quería que imprimieran su manuscrito sobre publicidad gráfica debía retirar los ominosos carteles taurinos antiguos que contenía. Es decir: porque tanto unos como otros llevan un censor dentro y, encima, son tan miedicas que ignoran que la mejor manera de evitar un escándalo es no provocarlo. ¿Quién se habría leído, por poner otro ejemplo, no ya la polémica introducción, sino el libro de Javier Paniagua sobre la 'Reconstrucción, auge y decadencia del socialismo valenciano 1979-1995'? Nadie, salvo cuatro estudiosos, si el a la sazón director del Magnànim Vicent Flor, también de Compromís, no hubiera emplazado a Paniagua a «rectificarla o eliminarla». Pero le puso la proa a un preámbulo donde el autor se limitaba a narrar la jugarreta que le hizo un excolaborador adelantándose a publicar una obra de parecido jaez y no lo reprodujo el 'Aleluya' de milagro. ¿A quién puede molestar a estas alturas de la guerra lo que se asegure en una publicación que se compra, pero no se lee, por lo que también es ocioso esforzarse en impartir doctrina en ella? A nadie. El problema es que no hay manera de que a un político se le meta en el magín que, como aventuró Azaña, «la mejor manera de guardar un secreto en España es escribir un libro». Por eso Compromís, no Vox, se despidió fallerilmente hablando ofendiendo a los subsaharianos en el monumento más feo y más caro que jamás se haya plantado en la plaza del Ayuntamiento. Y por eso MªJ Catalá cometió un doble error: Secuestrar el 'llibret' y permitir que Escif indultase su impertinencia. ¿Acaso no lo son indiscriminadamente todos los 'ninots', como acertadamente se encargaron de explicar los policías a los indignados y desacostumbrados vecinos que pretendían censurarlos por las bravas?

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Impertinencia y censura