Javier Milei se ratificó tras las elecciones en su deseo de privatizar la Radio Televisión Argentina y la agencia Télam. No le arriendo la ganancia. Eduardo Zaplana quiso hacer lo mismo con la RTVV hace veintitantos años y ante la falta de compradores por la ... más que posible inviabilidad legal de la operación terminó doblando la apuesta. Creando otra televisión autonómica, Punt 2, y duplicando la plantilla, para así poder colocar a los afectos en Canal 9 y a los más o menos desafectos en la segunda cadena. José L. Olivas heredó el cargo y el encargo de Zaplana. Y aunque prometió lograrlo en su toma de posesión, ideó una fórmula que le permitiría sortear los escollos legales que presentaba una venta pura y dura -adjudicar únicamente la gestión de un tinglado- y los directivos del ente animaron a las productoras valencianas a concurrir a la subasta, antes se le terminó la cuerda política y entró en Bancaja por la puerta grande que encontró quien pechara con una cruz tan pesada. Las posibles tentaciones privatizadoras que pudiera tener Francisco Camps se las quitó la sentencia que finalmente redactó el Supremo en 2007. Y de nada sirvieron los esfuerzos que hizo el presidente del consejo de administración de RTVV, el zaplanista Emilio Fernández, para convencerle de que se quedara con los informativos y privatizara todo lo demás. Ni la proposición no de ley que el PP presentó en el Congreso en 2010 para que las autonomías pudieran externalizar la gestión de sus respectivas RTV prosperó. La RTVV continuó perdiendo dinero a espuertas hasta que Alberto Fabra comprendió que con una Generalidad quebrada resultaba impúdico mantenerla en activo y tomó la decisión más valiente que un político valenciano haya tomado jamás: apagarla, porque liquidarla costó Dios y ayuda. Extremos en los que no pensó Ximo Puig al refundarla. Ni el Flores Juberías (Vox) al amenazar nada académicamente al personal de À Punt con el paro antes del pasado 28M -«Aprovechad lo que os queda en el convento, que os vamos a cerrar», escribió- porque no lo verán sus ojos. Renovar el plantel de consejeros y ejecutivos que le legó el Pacto del Botánico, sí. Pero fundirla a negro va a ser difícil. Mazón es de la opinión que prescindir de Canal 9 fue el principal error que cometió el PP durante los veinte años que estuvo al frente de la Generalidad. Y una manifestación, escasamente secundada, por cierto, por 'las víctimas' de Canal 9 que cobraron el despido, el salario de tramitación y el paro antes de recolocarse por «justo derecho de conquista» en À Punt, se encargó de recordarle el pasado día 28, por si alguna falta hacía, que se cumplían 10 años de aquel gravoso apagón.
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