Ningún cineasta norteamericano ha sido más crítico con Trump que Michael Moore. Amén de pronosticar aterrorizado su victoria en 2018, le dedicó dos de sus ... galardonados documentales, 'Michael Moore en Trumpland' y 'Farenheit 11/9', lo que le valió ser denigrado en un libro titulado 'Michael Moore es un hombre blanco gordo y estúpido' y en una película no menos 'ad hominem', 'Michael Moore odia a América'. El ganador de un óscar por 'Masacre en Columbine' ironizó también sobre el sempiterno intervencionismo de Washington en '¿Qué invadimos ahora?'. Sin embargo lo que más me ha llamado la atención es que pudo ser quien le inspiró el giro que pretende imprimir a la política exterior de los EE.UU. Un cambio consistente en no invadir países, como Reagan y los Bush, sino adueñarse de ellos. La lista es conocida. Pues bien, Moore dirigió un largometraje, 'Operación Canadá' (1995), cuyo argumento permite especular con que hasta qué punto es posible que el arte haya inspirado a la realidad en esta ocasión, toda vez que Trump es cinéfilo y ha llegado a pagar por salir en una película de refilón. Lo reveló Chris Columbus. Una de las condiciones que puso para permitir el rodaje de 'Solo en casa 2' en el Hotel Plaza, entonces de su propiedad, fue tener un papel en el filme. 'Operación Canadá', en todo caso, es una obra menor. Pero plantea en clave de farsa la posibilidad de repetir la historia del hundimiento del 'Maine' en 1888. Indisponer a la opinión pública estadounidense con los canadienses y provocar un incidente que justifique una intervención militar que eleve la popularidad del presidente. Más o menos lo mismo que lleva haciendo Trump desde hace unas semanas con el que casi es 'el estado nº 51', como dice un analista de la CIA partidario de la operación cinematográfica. «¿Canadá? ¿Ha dicho Canadá?», resopla el presidente (Alan Alda) cuando su jefe de gabinete (Kevin Pollack), le propone convencer a sus compatriotas de que sus vecinos del norte constituyen una amenaza para el país. «El pueblo americano, señor Smiley -añade entre risas-, jamás se tragaría esto». «Señor presidente -le replica Smiley-, el pueblo estadounidense se tragará cualquier cosa que le contemos -pausa dramática- y usted lo sabe». Para su desgracia, el desembarco en la central eléctrica de Niágara termina como el de la bahía de Cochinos, se descubre el pastel y pierde las elecciones. No como Trump, que no sólo las ganó sino que ya ha indultado a los más de 1.500 condenados por participar en la invasión que él alentó, la del Capitolio. Hasta aquí les he expuesto la curiosidad. Ahora paso a contarles la noticia: Les recomendaría 'Operación Canadá' si no fuera porque la plataforma donde la volví a ver la ha descatalogado.
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