Malas noticias para los partidarios de involucrar nuevamente a la Administración en los enredos societarios, inmobiliarios y hasta deportivos de las empresas locales de fútbol ... profesional. Un tribunal de Aragón ha paralizado la construcción del nuevo estadio de la Romareda al detectar la existencia de un vicio de nulidad en el pliego de la licitación que casi con total seguridad se iba a adjudicar el Real Zaragoza SAD. Ahí acabarían las semejanzas con el Valencia si no fuera porque con éste son ya cuatro los proyectos de construcción del nuevo coliseo zaragocista que se han ido al garete. El primero, el impulsado por el alcalde José Atarés (PP) en 2002 no cuajó porque la Diputación General de Aragón denegó la recalificación del suelo. El segundo, promovido por JA Belloch (PSOE), lo paralizó un recurso del PP y el PAR. El tercero, de 2008, se descartó por falta de financiación. Y este de ahora, porque la SAD rechazó la fórmula inicial porque no le salían las cuentas y un recurso de Podemos ha puesto de manifiesto que la solución elegida finalmente por el ahora presidenciable aragonés Jorge Azcón es ilegal. Añadan a ello los errores futbolísticos cometidos en su día por Camps y entenderán por qué MªJ Catalá insiste en que no hará nada que no cuente con el respaldo del titular del Consell y la complicidad de la oposición. Máxime cuando lo de nada es un decir. Porque lo que los Salvem el VCF le están pidiendo no es nada; es casi nada. 'Tiembla, Karlsruhe', como tituló en portada un periódico el día en que el Valencia acabó perdiendo por 7-0. Quieren que haga como el Ayuntamiento de Huelva en 2016: que lo expropie y que asuma su deuda, que no es la del Recreativo (30 millones) ni mucho menos, y los cuantiosos desembolsos que precisa un negocio como éste para ir tirando. A sabiendas de que el éxito no está en modo alguno garantizado. El decano del fútbol español continúa sumido en la cuarta categoría nacional. El que no entiende por qué el fútbol es fútbol, como dijo Boskov, es porque no se cuestiona por qué entre los 6.000 mayores deudores al fisco figuran tres expresidentes del Valencia y un viejo conocido de la Hacienda autonómica, el Hércules, de Enrique Ortiz. Por qué en lugar de exigir al Hércules que regularizara su situación con la Agencia Tributaria -el estadio pasó a ser propiedad del IVF-, Ximo Puig se comprometió a transformar el Rico Pérez en un estadio multiusos. E incluso por qué Carlos Mazón ha dado a entender que confirmaría a M. Illueca como director del IVF siendo que no se le conocen más méritos que el de haberse comportado como un espléndido casero herculano.
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