La boutade de Vázquez con O-5 y Koundé sin creer lo que está viendo.

La chilena de Jesús Vázquez

La boutade del lateral en Mestalla con 0-5 ante el Barcelona da paso a un coro de 'olés' como banda sonora del esperpento del Valencia CF de Lim

Héctor Esteban

Valencia

Sábado, 8 de febrero 2025, 00:00

A falta de diez minutos para el pitido final, el lateral izquierdo del Valencia, Jesús Vázquez, con el 21 a la espalda –a años luz de Aimar o Silva que llevaron ese mismo dorsal– emergió de la nada para despejar un balón con una acrobática ... chilena cuando el marcador era de 0-5, el Barcelona ya había levantado el pie del acelerador para no humillar más de lo necesario y de Mestalla ya se habían ido la mitad de los que comparecieron.

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Esa boutade de uno de los peores jugadores que pululan por la plantilla del Valencia fue la gasolina necesaria para prender entre los que se quedaron un canto de mofa hacia unos jugadores incapaces de soportar el escudo centenario que llevan en la camiseta.

El rosario de 'olés' que acompañó a cada pase del equipo es el espectáculo más denigrante y humillante que se ha vivido en Mestalla desde los tiempos del descenso, cuando la afición paseó a hombros a Sánchez Torres por la avenida de Suecia en 1986 tras consumarse el drama en el Camp Nou y poner la lápida con aquel histriónico 1-0 ante el Cádiz con gol de Roberto. Triste, indigno y delirante.

El Valencia Club de Fútbol, pase lo que pase, no se merece ni las acrobacias de un niñato millonario cuando el honor de su equipo está siendo pisoteado ni la respuesta de chirigota de parte de la grada, que tiene que entender que por encima de la humillación sufrida está el respeto a los colores y al escudo de una vida. Mestalla no es un circo pese a que Peter Lim y los suyos se hayan empeñado en convertirlo en eso. Es importante el respeto de los jugadores y de la afición al club.

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Ayer, nada más levantarme, envié a un mensaje a un grupo que formamos cuatro periodistas con una crónica que firmé el 1 de mayo de 2016 con este titular: «Peter Lim contempla el engendro». Aquel día, el Valencia cayó ante el Villarreal (0-2) con el magnate de Singapur en el palco –esa temporada el equipo perdió 7-0 en el Camp Nou en Copa del Rey con Neville en el banquillo–, que pudo ver el engendro parido entre él y sus amigos. Cayetano Ros en cada encuentro que mantenemos siempre me recuerda aquel titular como uno de los grandes letreros de la época Meriton. Y tras ver el desastre de la noche copera del jueves, se puede decir bien alto que el engendro sigue tan vigente como hace nueve temporadas. Se puede perder, porque eso es fútbol, pero la dignidad debería ser innegociable en una entidad como el Valencia CF, donde ni caben las tonterías de Jesús Vázquez ni las mofas de esa parte de la grada que con sus 'olés' no hace más que dar carnaza a todos aquellos que disfrutan con la situación del club. Ya que no lo hará ni Lim ni sus secuaces, a este equipo sólo lo salvará la grada de Mestalla.

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