La cobardía de buscar culpables

La torpeza del Ayuntamiento de Chiva no es sólo una puñalada a una fiesta que es un sentimiento para un pueblo, sino un agujero económico para muchos de aquellos comercios que trabajan en verano para sobrevivir en invierno. El Torico de la Cuerda es una ... parte fundamental del PIB porque genera riqueza. La suspensión es un hecho histórico. El toro sólo había dejado de salir a la calle el 17 de agosto por causa mayor: una pandemia, un incendio y una Guerra Civil. Ahora, un fallo menor, como es no cumplir un plazo, es el epicentro de un terremoto social que va a tener importantes consecuencias, entre ellas las políticas. Una vez cometido el error, la única opción posible es asumir y dar la cara. La alcaldesa, Amparo Fort, y el concejal de Fiestas, Ramón Lemos, son los únicos y últimos responsables de un disparate propio de una película de Berlanga. El equipo de gobierno, de manera ventajista, ha preferido poner en marcha el ventilador y buscar culpables. El discurso que la alcaldesa ha elevado a sus superiores del PP para salvar su cuello es que todo es fruto de un sabotaje de una funcionaria socialista, cuando la actuación se resume en un fallo humano. Además, Amparo Fort también ha intentado culpar a la Peña Taurina de Chiva, cuando sabe, y si no el registro de entrada se lo puede demostrar, que toda la documentación necesaria estuvo presentada en plazo. Con lo que no contaba Fort era con la dignidad y firmeza del presidente de una peña, que no va a asumir un error que no ha cometido y que piensa llegar hasta las últimas consecuencias. La desidia de la alcaldesa y su concejal de Fiestas ha derivado en una protesta social a la que hay que inyectar sentido común y sosiego. El mal ya está hecho. Ahora hay que buscar una solución pacífica para que no vuelva a pasar y vivir la fiesta. La alcaldesa hace tiempo que sueña con mociones de censura, cuando sabe que todo es mucho más sencillo: sólo tiene que escuchar cuando habla su pueblo.