Un Consell de Tik Tok

En la cohorte de asesores del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, hay lugar para expertos en Tik Tok, Instagram y demás redes sociales. Muchos ... políticos creen que su éxito está en el número de 'likes' sin entender que sólo les salvará la gestión. Cuando todo va bien, la vida es plácida a golpe de 'reel'; cuando la vida va mal, no hay vídeo que lo soporte. Estos días, cargos del PP han trasladado el mensaje de que el partido se juega su futuro a una sola carta, aunque todavía está por ver si el actual jefe del Gobierno valenciano puede soportar lo que queda de legislatura con más de 200 fallecidos en una mochila de fango y lodo. Mazón, que en su conciencia está dimitir o no, debe formar un nuevo gobierno alejado de la frivolidad y cimentado en la profesionalidad, el saber estar y la experiencia. Nunca nadie podrá discutir que Miguel Barrachina sabe lo que hace o que Susana Camarero es la imagen de la seriedad en este Gobierno valenciano. Salomé Pradas y Nuria Montes nunca debieron formar parte del pleno del Consell. La primera, porque con quien hablabas, atestiguaba que no reunía las condiciones necesarias para ostentar una cartera y que su capacidad política y profesional estaba muy discutida para formar parte de esa línea. En la primera crisis fue una de las piezas que se movió, ya que sirvió de retal para el agujero dejado por Vox. En la gestión de esta catástrofe, la más terrible que ha vivido la Comunitat Valenciana en toda su historia, su papel siempre ha sido residual y ha significado un problema cada vez que se ha puesto delante de un micrófono. En el PP piensan que su única aportación debería haber sido el silencio. Mazón, totalmente desbordado por la situación, ha tenido que asumir el global de las explicaciones ante la inoperancia de una consellera que su labor más destacable ha sido rellenar el fondo de las imágenes de televisión con el chaleco de salvamento. Pradas caerá por incapaz y Nuria Montes por insolente. La actitud de la consellera de Innovación, Turismo y Comercio y su falta de empatía con los familiares de los desaparecidos era motivo suficiente para que dimitiera o, en su caso, ser destituida por el episodio político más lamentable de esta tragedia. Al minuto. La grosería de la consellera no hay vídeo de disculpas que la sostenga. El perdón se acepta y la dignidad se manifiesta. Hoy, Montes, la que odiaba trabajar los lunes en Instagram, se presentará en la comparecencia de Carlos Mazón en Les Corts sabiendo que, salvo sorpresa de última hora, será su última presencia en el Parlamento regional. Este periódico, para disgusto de muchos, adelantó su nombramiento y apuntó el escaso predicamento que se le tenía en la tierra de donde venía. Mazón, o quien fuera, no quiso escuchar a aquellos que le aconsejaron que Montes no era una buena opción. El tiempo ha dado razones y ahora mismo, se necesita un Consell de gestión y no de Tik Tok.