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Fallero y antifallero: vive y deja vivir

Fallero y antifallero: vive y deja vivir

Las carpas, los petardos y los cortes de calle han pasado a formar parte de las Fallas y la solución está en que las dos partes, los pro y los anti, se ponga en el lado del otro

Héctor Esteban

Valencia

Domingo, 16 de marzo 2025, 00:37

Hacía años que no iba a ver la Crida. La última vez que asistí se celebraba de puertas hacia adentro, en la calle de ... los Serranos, y en mi retina se quedó aquel señor que iba con un silbato para pitar el discurso del alcalde de entonces, el socialista Ricard Pérez Casado. Eran tiempos en los que los falleros, de riguroso negro 'cucaracha', eran –éramos– vistos por la izquierda como caspa de derechas, unas fiestas rancias. Después, al darse cuenta de que en las comisiones había muchos votos, se reciclaron para pescar en un caladero que les llevó desde Blanquerías al resto de mundo. Compromís, desde el Ayuntamiento, elevó todo a otra dimensión y actos como la Crida pasaron a ser un botellón con discoteca donde se citaban muchos primeros electores. Llegó el sinsentido a la fiesta.

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