Urgente La Lotería Nacional del sábado deja el primer premio en un popular municipio valenciano y otras cinco localidades

El PP no sólo ha perdido en el relato de la dana sino que se ha convertido en fuego amigo contra el jefe del Consell, ... Carlos Mazón. El líder popular, Núñez Feijóo, quiso al presidente de la Generalitat lejos en su reciente visita a los pueblos afectados. El gallego, con una agenda semiclandestina, huyó del grito «Mazón, dimisión» y sólo sacó la cabeza a última hora en forma de fotografía de agencia cuando todo estaba controlado. Los aplausos del fin de semana en Cantabria, a demasiados kilómetros de distancia, no tapan el frío que siente Mazón desde Madrid. Feijóo, horas después, en el programa de Alsina en Onda Cero, apuntó que vio al presidente valenciano «noqueado» emocionalmente en la tarde y días posteriores de la dana y de esta manera, entre un querer y un sin querer, le arreó un crochet al líder del PP valenciano que dio la sensación de que ha empezado la cuentra atrás para el dirigente alicantino. Feijóo ha tirado a la lona a uno de los suyos porque sus palabras han sido más duras que cualquier grito de dimisión. El líder del PP ha dibujado a un presidente endeble, débil e irresoluto, que no fue capaz de llevar el timón de una Comunitat cuando zozobraba en las aguas de una dana que ha sumado decenas de muertos y miles de desgracias. ¿A qué juega Feijóo? ¿A que Mazón muera por inanición? ¿A que la resaca de la riada se lleve aguas adentro a su presidente en Valencia? ¿A cambiar al candidato cuando las aguas bajen mansas tras la brocha gorda de la reconstrucción? Feijóo yerra o desvía el tiro, porque cada verbo tiene una intencionalidad. La agenda de Mazón está manchada en el barro y muchos de los suyos y de los que no lo son han convertido ese piso en fango, más espeso, más pantanoso. Una palabra de Feijóo ha bastado para desandar el camino. El PP pierde el relato por torpeza o por estrategia interna, y el PSOE lo gana sin mover ni una pieza. Hace dos meses y medio que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no visita los pueblos de la dana y aquí no pasa nada. Ni el Consell ni el PP valenciano han sabido cargar contra esa ausencia porque les ha pillado con el pie cambiado, y del tik tok se ha pasado con una letra al tik tak de una cuenta atrás. Dicen de Mazón, los que le conocen de cerca, que siempre ha sido un hábil negociador, y de ejemplo está su mandato en la Diputación de Alicante, pero el 29 de octubre ha marcado un punto de inflexión en el que hasta su propio jefe, el aspirante Núñez Feijóo, ha confirmado que en en el Palau de la Generalitat faltó liderazgo la tarde de autos. Mientras los populares dan vueltas en su remolino, el Gobierno de Sánchez, sujetado con pinzas por Pilar Bernabé, sale indemne de la demora de las ayudas, de la incomparecencia del Consorcio, de la ausencia del líder, de la falta de ayuda en las horas posteriores y del sonrojo de que Bruselas confirme que Madrid no ha pedido las ayudas para Valencia. Feijóo ha dejado a Mazón fuera de combate.

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