Urgente La Lotería Nacional del sábado deja el primer premio en un popular municipio valenciano y otras cinco localidades

El otro día, mientras celebrábamos el día de Reyes con un roscón de nata, trufa y crema con figurita y haba incluidos, sobre la mesa ... se abrió un debate al hilo de una situación real amparada por la ley a la libre determinación de la identidad sexual. Una de las comensales comentó que en su gimnasio una mujer con cuerpo, barba y pene de hombre se cambiaba cada día en el vestuario femenino y que varias de las allí presentes se sentían molestas. La mujer con cuerpo, barba y pene de hombre campaba a sus anchas, como no puede ser de otra manera porque así está amparada(o) por la norma, y que a muchas de las usuarias del gimnasio aquello no les parecía normal. La usuaria con cuerpo, barba y pene de hombre no se ha cambiado de género por sentirse mujer sino porque hay una ley que le permite disfrutar de una libertad de identidad de sexo y él (ella, perdón) se agarra a la norma para escenificar que esa ley es un despropósito, según su opinión. Algunas de las mujeres de nacimiento -reconozco que esta definición no sé si es correcta en estos momentos y pido perdón por adelantado si el uso no es adecuado- han ido a los responsables del gimnasio para denunciar que una mujer con cuerpo, barba y pene de hombre utilice el mismo vestuario que ellas para cambiarse, ducharse y secarse. Al parecer, desde el centro deportivo la respuesta ha sido ajustada a la norma, que no es otra que hay una ley de libre determinación de identidad sexual y que a los ojos del texto, la persona que se está cambiando en el vestuario es una mujer en toda regla. La posible solución que se ha dado habilitar un tercer vestuario para que lo ocupen mujeres a las que les molesta que otra mujer con cuerpo y atributos de hombre se cambie con ellas. A lo que yo me pregunto si ese 'elemento extraño' no podrá decir que se quiere cambiar en el tercer vestuario y que si no le dejan presentará una denuncia por discriminación. A raíz de ese debate he pulsado varias opiniones para valorar y calibrar qué piensa la gente sobre una situación que, tras la aprobación de la ley, estaba claro que se iba a dar. Hay respuestas de todo tipo. Desde aquellos que defienden el antiguo régimen de las chicas con las chicas y los chicos con los chicos hasta las que opinan que ya está bien de segregar por sexos y que todo el mundo, sea hombre o mujer, se cambie donde le dé la gana o donde haya sitio. En cambio, hay quien prefiere modelos mixtos: el vestuario de un gimnasio conjunto pero los cuartos de baños de restaurantes, discotecas y centros comerciales que sean segregados. Me pierdo en todo esto, la verdad. Tengo una opinión, como todo el mundo, pero ya no sé si es correcta o incorrecta. La verdad, es que tampoco se va mucho de lo tradicional. Ante lo visto, creo que las leyes se deben ajustar a una realidad, y no es lo mismo una persona en transición para cambiar de sexo que aceptar por imperativo legal a una mujer con cuerpo de hombre, barba y pene.

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