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Hoy, jornada de reflexión. Mañana, elecciones al Parlamento Europeo. Importantes. Las decisiones de la Eurocámara tienen repercusión directa en la vida cotidiana de todos. Se ... trata pues de escoger. En síntesis. Más tradiciones y menos chorradas progres. Más producto nacional y menos competencia desleal de terceros países. Más jóvenes con acceso a la vivienda y menos okupas. Más educación de calidad y menos afán de adoctrinamiento. Más ayuda a las clases medias y menos impuestos abusivos. Más industria viable y menos deslocalizaciones ruinosas. Más libertad para andar por la calle sin miedo y menos inseguridad. Más naciones cooperando entre sí y menos compleja burocracia sometida a las ordenes opacas de intereses globalistas. Es decir, poner Bruselas al servicio de las familias y de los ciudadanos. De modo urgente. Sin demora. Con objetivos explícitos. Prioritarios. Fortalecer las fronteras. Combatir la inmigración ilegal. El Pacto Verde. La Agenda 2030. El fanatismo climático. Que son las cargas que lastran el rumbo actual de Europa. Impulsando por contra políticas que permitan alcanzar objetivos fundamentales como es tener soberanía energética y alimentaria. Explotando los recursos naturales disponibles. De manera inteligente. Cuidadosa con el medio ambiente. Recuperando la vitalidad del sector primario que hoy está destrozado. Retos capitales para el porvenir europeo que este domingo comienzan a sustanciarse en las urnas. Así que es inexcusable acudir a votar. Con responsabilidad. Coherencia. Sentido común. Visión crítica. Teniendo en la memoria lo que unos y otros -derecha e izquierda- han hecho hasta ahora. Durante estos últimos años. De común acuerdo la mayor parte de las veces. En definitiva, es preciso cambiar las cosas. Forjar una nueva mayoría capaz de atender los problemas reales de la gente. Abrir vías de oportunidad. Progreso. Riqueza. Defendiendo además los signos de identidad específicos de la civilización europea. Frente a esa ola de islamización que avanza. Invasiva. Desafiante. Tratando de imponer sus costumbres y leyes. En pueblos y barrios. Que desprecia la igualdad de las mujeres y a las personas homosexuales. Sometiéndolas. Vejándolas. Un riesgo ante el cual Europa no puede permanecer pasiva. Confiada. Indiferente. Menos aún cómplice a tontas. Imbuida de un falso discurso buenista que le impide encarar la amenaza como toca. En firme. Sin complejos. Porque está en juego su propia supervivencia Valores. Cultura. Principios. Forma de vida. Por eso hace falta reorientar el proyecto europeo. Dotarlo de aire limpio. Fresco. Atractivo. Ilusionante. Recuperar su espíritu fundacional. Hay que hacer la Europa de las patrias.
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