Urgente Los funcionarios exigen una subida automática cada año de sus sueldos como las pensiones

Fin de semana anterior. Congreso Federal del PSOE. Un cónclave patético. Montado sólo para rendir pleitesía a Sánchez. Intentando disfrazar la realidad de los hechos. ... Ese rastro de corrupción que le acusa. Implicados familia, partido y Gobierno. Así pues, disimulo colectivo a granel. Con muestras de desvergüenza supina. Aplausos a Griñán y Chaves. Responsables del robo que fueron los ERE de Andalucía. También ovación inaudita a Begoña Gómez. Investigada como autora de cuatro presuntos delitos. Al haber manejado recursos públicos e influencias en beneficio de sus negocios privados. Vítores a Marlaska, Torres, Montero y Santos Celdrán. Señalados por Aldama. El comisionista de la trama. Al que Sánchez pedía pruebas. Que de momento acaba de entregar al Tribunal Supremo identificación de «mordidas» en carreteras. Por supuesto no faltaron al acto los líderes de UGT y CC OO. Dando coba expresa. Ya pasarán factura luego. Cobrándose con creces la sumisión mostrada. Como siempre en estos últimos seis años. Por supuesto, cero autocrítica. Ninguna voz discordante. Siete mil militantes amansados. Diagnósticos ficticios. A medida. Previsiones triunfales. Propuestas baldías. Improvisadas. Como esa Agencia Estatal de Vivienda que ni siquiera la ministra del ramo supo explicar de qué forma se articularía. Porque las competencias corresponden a las Comunidades Autónomas y además la mayor parte del suelo público disponible es de los ayuntamientos. De remate el Congreso culminó exhibiendo a coro una gestualidad criminal. Repugnante. El puño en alto. Perversa adhesión retrógrada a un pasado luctuoso. Totalitario y miserable. Ese comunismo asesino que arrastra tras de sí cien millones de muertos. Legado infame. En definitiva, lo visto en Sevilla acredita que al sanchismo hoy solo le queda tratar de resistir. A toda costa. Como sea. Rendido a los enemigos de España que son quienes le sostienen. Usando argumentarios falaces. Insultando a los jueces. Amenazando a aquellos medios de comunicación que no se someten. Usando a su favor todos los resortes del Estado. Incluido el Fiscal General. Imputado. Caso insólito. No dimite. Mientras, Feijóo sigue en la inopia. Ofreciéndole pactos a Sánchez. Dejándose enredar por este. Ahora en materia de inmigración ilegal. Así que Vox ha anunciado que suspende las negociaciones presupuestarias en todas aquellas regiones gobernadas por el PP. Por ser coherentes con la palabra dada. Para no actuar como cómplices de un reparto que genera inseguridad en pueblos y barrios. Por eso Vox resulta creíble. Mantiene sus principios. Cumple sus compromisos. No se esconde. Ni engaña.

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