Enésima estafa

Tres capítulos de esta semana que acaba. Lamentables. Inquietantes. Profundamente corrosivos. Trufados de rencor. Engaño. Belicismo dialéctico. Manual de furia sanchista. A modo de huida ... hacia adelante. Sánchez ahora quiere ser el nuevo Largo Caballero. Señalando a media España. Poniéndola en el punto de mira. Con frases de rancio pasado. Hediondas. Truculentas. Incendiarias. Primer episodio. El lunes. La decisión de seguir. Después de agotar su reflexión narcisista. Impostada. Teatrera. Cinco días de coartada. Ficticia. Patética. Expresión necia de soberbia. Mentira. Ignominia. Vileza. Truco y burla sanchista. Pueril. Hiriente. Grosera. Sin que le importe el grave daño causado. Al prestigio exterior de España. Con esa patochada. Ni el odio verbal mostrado. Disfrazado de razón decisiva. Para justificar que se queda. Exhibido a las claras. En un discurso vil. Burdo. Amoral. Miserable. Repugnante. Propio de un autócrata desquiciado. Dirigido contra Abascal y Feijóo. Es decir, contra quienes no le han votado. Ni aceptan soportar sus traidoras alianzas. También contra los jueces y la prensa desafecta. Todos tachados de retrógrados. Conspiradores. Reaccionarios. Enfangadores. Nostálgicos. Anti demócratas. Carroñeros. Infames. Culpables. En consecuencia, Sánchez declara solemne que se abre la veda. Hay que ir a por ellos. De forma beligerante. Rotunda. Inmediata. Convocando así a «la mayoría progresista». Esa que integran separatistas,comunistas y bilduetarras. Para defender «la decencia democrática». Que se atribuye para sí en exclusiva. Consigna chusca. Violenta. Panfletaria. Reiterada luego de forma vil. Iracunda. Por todo el vocerío sanchista. En vanguardia -como siempre- Televisión Española. Preparando la embestida. El asalto final que a Sánchez le queda. Con un doble propósito. Someter a la Justicia. Controlar por completo a los medios de comunicación. Para impedir que haya visos de alternancia. Haciéndose a la vez impune ante la ley. Tanto él como su entorno. Que es de lo que en el fondo se trata. Segundo episodio. El miércoles. Pantomima degradante. Manifestaciones del 1 de Mayo. El pesebre sindical a la orden. Porque Sánchez lo tiene engrasado. Con prebendas y subvenciones a destajo. Un espectáculo patético. Descarado. Comisiones Obreras y UGT en plan coro del Gobierno. Con varios ministros situados tras la pancarta. Dos vicepresidentas -Montero y Díaz- rematando la faena. Tomando la palabra. Tercer episodio. El jueves. Nueva carta de Sánchez. A la militancia socialista. Movilizándola para que plante cara a «los poderosos». Luego mitin en Barcelona. Diciéndose defensor de «la política limpia». Desvergüenza supina. Insulto a la verdad. Su enésima estafa.