En cierta ocasión Sánchez aseguró que le gustaría suprimir el Ministerio de Defensa. Ahora, sin embargo, acaba de anunciar que va a incrementar el gasto ... militar. Decisión que ha tomado a su aire. En contra de una parte del Consejo de Ministros. La panda extravagante de Sumar. Que quieren que España salga de la OTAN y son amigos de Hamás y Maduro. Lo plantea también sin contar con la opinión al respecto del Congreso de los Diputados. Sabe perfectamente que sus socios parlamentarios rechazan ese aumento. Y encima lo hace sin tener disponibles unos Presupuestos Generales del Estado actualizados que den cobertura financiera a dicha inversión. En este contexto, además, Sánchez ha ordenado la resolución unilateral del contrato suscrito por el Ministerio de Interior con una empresa israelí para la compra de balas destinadas a la Guardia Civil. Cuando días atrás la facción socialista del Gobierno había asegurado que ese compromiso era intocable. Razón por la cual anteayer ese contrato fue publicado en el Boletín Oficial del Estado. Esta insólita rescisión sobrevenida va a costarle un dineral al erario público. O sea,a todos los españoles. Vía impuestos. Porque el importe comprometido habrá que pagarlo y la munición que deja de ser suministrada tendrá que comprarse de nuevo. Es decir, un enredo inmenso. Patético. Motivado por la presión de Izquierda Unida. Que amenazaba con retirar su apoyo a Sánchez si el asunto seguía adelante. Otra demostración más del desastre mayúsculo que hoy impera en España. Con el interés nacional supeditado a los enjuagues de este corrupto Gobierno de pacotilla. Atrincherado en la mentira y el insulto. Dispuesto a lo que sea. Amenazar a los jueces. Intentar acallar cualquier voz crítica. Usar la Fiscalía General, la Abogacía del Estado o el Tribunal Constitucional al servicio de Sánchez. Mientras este huye. Se esconde. Sin poder pisar la calle. Aumentando su deriva autocrática. Por ejemplo, con sus continuos desplantes al Rey. El último, hoy sábado. No acompañándole al funeral por el Papa Francisco que tendrá lugar en Roma. Cita obligada de envergadura mundial. En cambio, Sánchez sí se fue por su cuenta recientemente a Vietnam. Aprovechando la visita para rendir homenaje al genocida Ho Chi Minh. Luego marchó a China. Un viaje que ha causado malestar en las cancillerías de Europa. Más todavía en los Estados Unidos. En definitiva, Sánchez es un peligro creciente para España. Por eso no hay que darle tregua alguna. La situación nacional exige ejercer una oposición frontal. Contundente. Como Vox. Firme. Clara. Directa. Sin tibiezas ni complejos. Aunque el PP aún no quiera entenderlo.
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