Estafa rotunda

La derrota estrepitosa del socialismo en Alemania es el anticipo seguro de lo que muy pronto va a ocurrir en España. Porque aquí estamos hartos ... de la corrupción y las mentiras de Sánchez. Hartos de esa izquierda hipócrita que tapa a babosos y abusadores sexuales cuando es uno de los suyos. Esa izquierda mandona que quiere imponer cordones sanitarios a la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas si no le gusta lo que estos han votado. Esa izquierda cínica que todavía se atreve a dar lecciones de democracia mientras asalta instituciones, pisotea la ley y ataca a los jueces. Sanchez es la más miserable expresión de esa izquierda carente de principios y vergüenza. Una estafa rotunda. Además, tomando a los españoles por bobos. Como se ha visto de nuevo esta semana. Con su anuncio de condonar 83.000 millones de la deuda generada por las Comunidades Autónomas. De ellos, 17.000 correspondientes a la nefasta gestión sectaria llevada a cabo por la Generalitat de Cataluña. Este último enjuague de Sánchez supone un rescate encubierto. Presentado por el Gobierno como una disposición de alcance general. Para disfrazar el chantaje que plantea ERC. Mientras Puigdemont va aún más lejos y exige que a Cataluña se le perdone toda su deuda. Como también que el importe del salario mínimo y de las pensiones que reciban los catalanes sean superiores al resto de los españoles. Porque el delincuente prófugo afirma que en Cataluña la vida es más cara. Son las exigencias corrosivas de los patéticos fulanos sediciosos que mantienen a Sánchez. Que traga lo que haga falta para seguir teniendo su apoyo. Sin importarle el daño profundo que va a causar pues esta condonación tramposa no va a salir gratis. Será sufragada por el bolsillo de todos a base de aguantar más impuestos. Es decir, mientras familias, autónomos y asalariados soportan una presión fiscal asfixiante o se regatean ayudas directas a los valencianos -víctimas de la catástrofe del 29 de octubre- Sánchez va a regalar miles de millones a todos esos que llevan décadas despilfarrando y a los separatistas que han malversado para atacar la unidad nacional. En definitiva, este nuevo expolio en ciernes acredita el fracaso del sistema autonómico. España precisa un modelo territorial que blinde la igualdad de derechos de todos los españoles -sin falsos victimismos ni agravios comparativos- garantizando una cabal administración de los recursos públicos. Eficiente. Lo que no ha hecho el bipartidismo durante décadas. Por eso solo Vox puede llevar adelante esa política del sentido común. Sin el menor titubeo. Con una visión patriótica, democrática y social. Ahora ya más necesaria que nunca.