Veo más razones para pensar en que Francisco Camps saldrá por décima vez indemne de un procedimiento judicial que para la condena. Diré más, sólo ... veo una para que la Fiscalía se lleve el gato al agua pero que mi fe en la Justicia se niega a aceptar. Me refiero a que el magistrado tenga en cuenta que el fallo no debe dejar en pelota picada al Ministerio público como protagonista de una persecución evidente. Estoy convencido de que el juez responsable de esta última sentencia se atendrá exclusivamente a los hechos, a las declaraciones de los testigos, no a interpretaciones y suposiciones en las que en demasiadas ocasiones parecen sustentarse los informes del fiscal, la Uco y la Udef. Niego aquella frase de un protagonista en 'Acción civil', «un juzgado no es el lugar idóneo para buscar la verdad. Con suerte puedes encontrar algo que de algún modo se parezca a la verdad».
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Las pruebas constituyen la base para las sentencias judiciales. Al expresidente de la Generalitat se le ha procesado con la acusación de ordenar a la exdirectora general de Promoción Institucional otorgar adjudicaciones a la Gürtel, imputación que Dora Ibars siempre ha negado. En eso se basará el magistrado. Entonces ¿qué le queda al fiscal? Salvar su orgullo.
Tanto, que la acusación pública no debe ver muy bien cómo le pinta que ha rebajado su petición inicial de dos años a uno sin gran argumentación. No olvidemos que el expresidente no estaba imputado de inicio en este proceso. Lo añaden después de que el fiscal firmara un sorprendente pacto con el ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, para cambiar la condena de la Audiencia Nacional de cuatro años a cambio de una multa de 192.000 euros y 365 horas de trabajo comunitario. Evidentemente, el testimonio de Costa ha sido prácticamente el único que ha acusado a su exjefe de filas. Tal debe ser la minusculidad percibida por el fiscal que ha decidido salvar la cara con una petición mínima tras el escándalo mediático suscitado alrededor de la figura del expresidente valenciano.
Las dos grandes preguntas de mi amigo Rogelio si Camps vuelve a salir absuelto: ¿ha sido objeto de una cruzada?, ¿qué hará a partir de ese momento? Para la primera mi respuesta es afirmativa. No parecen razonable diez procedimientos judiciales para ser banales en su totalidad. Respecto a la segunda no tengo contestación por su variedad. ¿Intentará la vindicación en su partido, el PP? ¿Está dispuesto el PP a ello? ¿Si no lo consigue, caerá en la tentación de una aventura política? ¿Reaccionará contra aquéllos que se han pasado de la raya respecto a su persona? Demasiadas incógnitas para mí. Así es la vida.
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