No ha podido tener peor ni más corta vida. Sin siquiera entrar en vigor, la mayoría parlamentaria de PP y Vox, tal como se comprometieron en su programa electoral, ha derogado esta misma semana la tan vilipendiada y polémica 'tasa turística', una carga prevista a ... partir de 2024 y a voluntad de los ayuntamientos. Desde su aprobación esta especie de impuesto se ha visto envuelto en la polémica no solo por parte de los partidos componentes de la entonces oposición y hoy gobernantes, sino también entre los miembros del Botànic, especialmente PSPV y Compromís, que finalmente logró imponerlo, siempre en contra de la opinión de los sectores relacionados con el sector del turismo.
Publicidad
Recuerdo que esta decisión es una coherencia más de Carlos Mazón en cumplimiento del programa electoral en el que ocupó un protagonismo especial. Como digo, una coherencia más que se suma a la desaparición del impuesto de sucesiones.
Dicho esto y a pesar de ser contrario a la filosofía de que los problemas se solucionan a base de impuestos a los contribuyentes, en esta ocasión no termino de entender la necesidad de esta supresión, entre otras cosas porque no se carga a los valencianos. Lo hago en base a dos razones. La primera, porque no es obligatoria sino a voluntad de los ayuntamientos de acuerdo a las necesidades puntuales de los mismos. La segunda, porque ayuda a garantizar la sostenibilidad medioambiental. Eso sí, siempre que tenga la condición de finalista, como podría ser el caso de Valencia, que muy bien podría destinarse a la limpieza de la ciudad tan sobreatacada entre otros motivos por la masiva presencia de turistas.
Por más que se empeñen nuestros gobernantes, la tendencia a la imposición de esta tasa está cada día más generalizada, como puede comprobarse por todo el mundo. Desde los 2,75 euros de Barcelona a los entre 0,20 y 4 euros por persona y noche de Francia donde, por ejemplo, París y Lyon utilizan este dinero para mantener las infraestructuras turísticas. O el 5% de la factura del hotel que se aplica en Alemania, o al 17% de Houston. Y como sucede en Croacia, Nueva Zelanda o Malasia, por nombrar algún país más. Ninguna de ellas ha visto mermado el número de visitantes, entre otras causas porque nadie preguntamos la existencia o no de esta tasa a la hora de programar nuestros viajes. Hasta la Unión Europea tiene previsto a partir de 2024 que los ciudadanos no comunitarios, incluidos estadounidenses, australianos, británicos y otros viajeros de fuera del espacio Schengen, tendrán que rellenar una solicitud de 7 euros para entrar. Así es la vida.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.