Un funcionario ejemplar
Javier Vila ha sido reconocido por todos los grupos políticos
El reconocimiento del trabajo bien hecho reconforta a cualquiera. Si además se lo reconocen en vida, la satisfacción alcanza cotas sorprendentes. Esto le ha sucedido ... a Javier Vila al llegar el día de su jubilación tras 27 años de servicio como secretario del Ayuntamiento de Valencia, que no es otra cosa que de servicio a los valencianos. Reunir a 193 personas, funcionarios, políticos de todos los grupos municipales y representantes de otras Corporaciones hasta poner el cartel de «no hay billetes» en el local está al alcance de pocos de su género.
Tras una trayectoria intachable en su aportación cotidiana para el buen funcionamiento de la Administración del 'cap i casal' como garante de la legalidad y el correcto desarrollo de los actos administrativos, no sorprende que el Pleno del Ayuntamiento acordara por unanimidad solicitar para él al Ministerio la Medalla al Mérito del Trabajo, distinción que para su sorpresa es bien merecida, como reconoció la alcaldesa María José Catalá, quien expresó de forma institucional su agradecimiento por el trabajo de Javier Vila con los diferentes gobiernos capitalinos como pieza clave para asegurar la transparencia, la eficacia y la continuidad institucional, independientemente de los cambios políticos. «Siempre sobresalió por prestar asesoramiento jurídico y técnico a los políticos, con especial lealtad a la ley y al interés general, no a intereses partidistas, garantizando que las decisiones municipales se tomen dentro del marco legal, evitando abusos de poder o irregularidades». Además, es relevante que todos le atribuyan el buen criterio, según opinión recogida por mi amigo Rogelio, y su excelente relación con los cargos electos, de todos los colores, basada en la colaboración, pero sin someterse a ello
No me extraña su sentimiento del deber cumplido, su emoción y su agradecimiento -«el agradecimiento es uno de los mayores promotores de la lealtad que existen en el mundo», como afirmaba la emperatriz Julia en su reto a los dioses de Posteguillo- cuando el vicesecretario José Antonio Martínez Beltrán señaló sus méritos, significando que «con Javier se han roto moldes, por su cercanía con todos, su entrega y compañerismo, así como en su labor cotidiana, como corresponde a su cargo, como un pilar institucional que vela por el orden, la legalidad y la profesionalización del gobierno municipal. Javier era toda una referencia para todos, sin distinción de colores, que se había ganado el respeto y cariño de todos los servicios y organismos municipales».
Vila no gana para emociones. En esta ocasión con la cercanía de la conmoción como víctima de la Dana que asoló l'Horta Sud, con especial sensibilidad por tener su residencia en Algemesí y donde él sólo tuvo que soportar afortunadamente consecuencias materiales. Así es la vida.
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