Mazón acierta al rebelarse

En nuestra Comunidad, lamentablemente, hay críticos contra una política sensible hacia el ansia del catalanismo independentista. Se niegan a aceptar la evidencia. Si no ¿cómo califican lo que está semana escribía mi admirado colega Alberto Caparrós en ABC, «la entidad independentista Òmnium Cultural incluye las Fallas de Valencia entre las fiestas y tradiciones de los países catalanes»?

A pesar de estos anhelos expansionistas, coincido y aplaudo las manifestaciones del presidente Mazón en el Senado, «esa ensoñación de los países catalanes ni ha existido, ni existe, ni existirá . Soy yo quien no va a tolerar ningún menosprecio más a la Comunitat Valenciana por parte del partidismo catalán. Jamás». Tiene razón porque cualquiera que sea el Gobierno Valenciano impedirá o no se atreverá a tragar con semejante tropelía. Unos por convicción como en la actualidad, otros porque nunca se prestarán a abandonar la poltrona. Otra cosa será que alguno, como ha sucedido en años pasados, favorezcan las bases para deambular por un camino como el recorrido durante años en Cataluña, País Vasco y, también de algún modo, Navarra. Como es otro acierto la promoción de la 'Ley de Señas de Identidad'. Recordemos lo que Prat de la Riva calificaba de «ingeniería social» para la proclamación de la independencia: «Si a una persona le cambias la lengua, le cambias el alma».

Es cierto que de los polvos promovidos por los Gobiernos de estas tres Comunidades y aceptados por los diferentes Gobiernos centrales durante décadas vienen estos lodos gracias a los cuales los separatistas y filoetarras mandan en España Gracias a un presidente interesado por encima de cualquier otra circunstancia en mantenerse en el poder.

La limitación de espacio obliga a dejar para el próximo Gallinero el acierto de la 'Ley de Concordia'. Así es la vida.