El «noqueo» -Feijóo dixit- de Carlos Mazón producido por la dana el día de autos parece haber añadido el efecto del incumplimiento de compromisos adquiridos. Así me lo pareció al leer las manifestaciones de la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, anunciando la incorporación de diez ... asesores más a pesar de vulnerar una de las banderas enhestadas por el PP tras acceder al Gobierno en 2023, la austeridad en ese tipo de contrataciones y criticando duramente al Botánico hasta calificarlo «el más caro de la historia».

Publicidad

He de decir que me sorprendió el mensaje, más al no acompañarlo de una explicación razonable. Una cosa sería que la decisión provenga de la falta de personal en la Presidencia o el Consell. Y otra bien distinta que derive de la incompetencia mostrada en la gestión de la trágica avenida del 29 de octubre, rumor expandido por las dependencias del Palau. Para el primer supuesto habría justificaciones. Para el segundo, sin embargo, la solución más coherente se centraría en el relevo de quienes fallaron, de quienes no estuvieron a la altura al menos para servir de cinturón protector de Carlos Mazón. El problema entonces ¿hasta dónde alcanzaría la asunción de responsabilidades?.

La catástrofe de l'Horta Sud ha provocado una crisis de dimensiones inmensas para las víctimas y, además, una crisis política respecto a la actuación y capacidad de nuestros políticos. La incompetencia de uno y el desprecio con tientes de criminalidad del otro han rebajado a sus protagonistas hasta los límites del barro, y no el de los pueblos damnificados a los que no honran con su presencia.

Estas afirmaciones emergen evidentes en las declaraciones con tintes acusatorios de una de las mayores expertas de España en la gestión de desastres, Begoña Vitoriano, al explayarse tras el estudio de lo acontecido aquella funesta jornada en la entrevista realizada por Héctor Esteban y Alex Serrano en LAS PROVINCIAS: «la acción no fue preventiva, sino reactiva», «tomó decisiones erróneas, se adoptaban en función del desastre que ocurría», «faltó la capacidad de gestión, porque se había desmantelado, por ejemplo, la Unidad Valenciana de Emergencias». Como digo, imputaciones muy claras hacia el Molt Honorable.

Publicidad

Ojalá acierten y la solución para sucesos futuros consista en la ampliación de la nómina de esos puestos de confianza cubriéndolos con personas preparadas y experimentadas y, no como sucede generalmente, como agencia de colocación para favorecidos.

Una cosa he de reconocerle a Mazón: tras los fallos y errores, se le ve voluntad por cumplir con los perjudicados dentro de las limitadas posibilidades de la Generalitat, mientras Pedro Sánchez mantiene su posición de espaldas hacia las zonas devastadas. Así es la vida.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad