El silencio, en modo oxímoron, del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero sobre la felonía electoral, una más, de Nicolás Maduro en Venezuela emergió ayer cual torrente para ocupar este Gallinero. No estaba previsto pero, como la contrariedad puede presentarse, se presenta muchas veces, de súbito, ... tuve que reservar lo escrito por obra y gracia de la más que probable suspensión del homenaje que mañana las Peñas taurinas iban a rendir al maestro de Chiva, Enrique Ponce, pocos días antes de comparecer a modo de despedida en el coso de la valenciana calle Xátiva. Esas líneas servirán para otra ocasión.
Publicidad
A lo que iba. La callada del peor presidente -Pedro Sánchez lleva trazas de superarlo- que ha tenido España tras la Constitución del 78, como respuesta al escándalo de aquel dictador le hace secuaz del mismo. Eso sí, la locuacidad de la que hizo gala durante semanas en favor del sátrapa ha menguado, como si aún le quedara un ápice de «vergüenza torera» sin que le haya llevado a denunciarlo como han hecho los expresidentes Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy.
Lo escribía mi admirado Salazar en su Belvedere dominical de LAS PROVINCIAS hace más de un mes (tengo el vicio de anotar, querido Pablo, lo que puede interesarme en el futuro), «¿dónde está hoy el tal Zapatero? En Venezuela por supuesto, con un grupo de 'observadores internacionales', cuya misión consiste básicamente en acabar dictaminando que el proceso electoral ha sido no ya limpio, sino ejemplar».
Nadie sabe dónde se encuentra. Donde no aparece, desde luego, es junto a los demócratas amantes de la libertad. Su añoranza por el Frente Popular se lo impide, porque no termino de aceptar lo que propaga la rumorología sobre presuntos intereses personales, como se desprendía del mensaje en X publicado por el académico y gran escritor Arturo Pérez Reverte «Si todavía fuera el reportero que fui, dedicaría una temporada a investigar a fondo el papel que el omnipresente Rodríguez Zapatero hace y lleva haciendo desde hace mucho tiempo en Venezuela. Pero sólo soy uno que escribe novelas. Que de eso se ocupen otros». Es que ni siquiera se ha situado junto a su discípulo Pedro Sánchez escudándose, excusándose mejor dicho, en la publicación de las actas electorales. Como el refranero popular es muy sabio, adjudiquémosle «el que calla, otorga».
Publicidad
Desconozco cuál será el final de este triste episodio, uno más en la Historia Universal. Si Maduro logra mantenerse en la poltrona del Palacio de Miraflores, será también, aparte de su crueldad, por la pasividad de los países democráticos. No sólo de Zapatero. Lo que no me cabe duda es la complicidad de éste con el fraude en aquel país hermano. Así es la vida.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.