Secciones
Servicios
Destacamos
¿Debería repercutir en los salarios de los trabajadores el aumento de beneficios de las empresas? Si una sociedad incrementa sus ganancias en un diez, doce, quince... por ciento ¿habría que obligar a destinar parte de ellas a los empleados? ¿Sería más justo, socialmente hablando? ... Son preguntas que me formulaba mi amigo Rogelio al contemplar una manifestación de los asalariados bancarios exigiendo subidas en sus sueldos cuando nos encaminábamos a tomar, según él «el mejor café de Valencia».
Por cierto, un café procedente de Etiopía -se cambia cada mes-. Porque, queridos lectores, el gran experto mundial en café, un tal James Hoffman, asegura en una entrevista a María Canales, «hay que tomarlo despacio, preferentemente sólo». Respecto a las cafeteras «mi favorita es la típica cafetera de prensa francesa, aunque de cualquier simple cafetera que infusione café se puede sacar uno buenísimo, desde la típica italiana que se pone al fuego hasta cualquiera con filtro de toda la vida», no es partidario de las de tipo Nespresso, y añade, «la idea de que el café descafeinado no es bueno, es también un mito. Los hay excelentes. Ahora lo bebo más», «si se guarda en la nevera, debe congelarse», «el mejor café no es el de Colombia. Hay otros igual o mejores como Uganda, Congo, Kenia, Costa Rica, Etiopía o Burundi».
A lo que iba. Las grandes empresas tienen por costumbre propagar a los cuatro vientos la excelencia de sus resultados dándose una especie de disyuntiva entre informar de ello a quienes ven congeladas sus nóminas y la necesidad de hacerlo a los accionistas para mantenerlos y ampliarlos ¿es un error o una exigencia?
Dos ejemplos de los muchos posibles. CaixaBank obtuvo un beneficio neto de 4.816 millones de euros hasta el trimestre 4 de 2023, lo que supone una variación del 53,13% respecto al mismo periodo del año anterior. Y el Santander de 11.076 millones de euros en 2023, un 15% más en euros corrientes que en 2022.
Sé y soy partidario de la libre economía y de que la empresa tiene como fin ganar dinero. Sin embargo ¿es justo que, como publicaba E. Rodríguez en LAS PROVINCIAS, recogiendo declaraciones de los representantes sindicales que les ofrezca un raquítico -el calificativo es cosa mía- 2%. Ni siquiera el IPC. Mientras, guardan nuestro dinero, exigen la cita previa y ponen cada día más dificultades a los impostores. No estaría mal que quienes ayudan a ganar más dinero cada año, tuvieran su reconocimiento económico. Desde luego, antes que la tasa propugnada por Yolanda Díaz, prefiero la repercusión en los asalariados. Así es la vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.