Ximo Puig no le va a fallar a Pedro Sanchez y dejará el camino expedito para que Diana Morant sea su sucesora en la secretaría general del PSPV». Así me lo manifestaba ayer con seguridad mi amigo Rogelio. «Dialogará -añadía- argumentará, retrasará la fecha de ... la elección, hará lo que sea necesario hasta convencer a los renuentes y satisfacer el deseo del jefe».
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Estas afirmaciones tan categóricas me obligan a reflexionar sobre la situación del expresidente de la Generalitat como secretario general del PSPV y el proyecto orgánico de Sánchez. Y lo primero que percibo, el trato casi exquisito, sorprendente, del inquilino de la Moncloa con él a pesar de las reticencias pasadas entrambos originadas desde el apoyo a Susana Díaz en las primarias hasta la desconsideración desde Madrid a nuestra Comunitat cuando los dos ostentaban las respectivas presidencias institucionales.
Como digo y a pesar de ello, Sánchez ha demostrado consideración hacia Ximo como el ascenso a las Secretarías de Estado de sus más directos colaboradores, Arcadi España y Rebeca Torró, y para él la bicoca de la Embajada en la OCDE, con sede en París. En justa correspondencia, rememoro aquella declaración del expresidente de la Generalitat, «París bien vale una misa», éste le hará el trabajo en la organización socialista valenciana. Yo añado que culminando en un final feliz para los deseos de 'su sanchidad'.
Coincido con lo publicado ayer por A. Rallo en LAS PROVINCIAS, «Puig tiene la intención de capitanear la nave de los socialistas hasta el congreso y desembarcar allí con una candidatura única... una lista liderada por la ministra de Ciencia» que no es otra que Diana Morant. En mi opinión, Alejandro Soler y Bielsa se encontrarán con obstáculos insalvables para negarse al acuerdo. Lo digo a pesar de lo que me susurraba hace unos días un socialista valenciano con pedigrí en el partido, «es suficiente que lo diga Madrid para que los de aquí no lo acepten... Ábalos, Bielsa y Soler intentarán un pacto contra Morant... con Gandía y los ximistas no tiene bastante...queda mucha tela que cortar». A esta reflexión le añado lo que escuché a un protagonista de 'El paraíso de las señoras', «las guerras las ganan los que saben cuándo pelear y cuándo no pelear».
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Rogelio concluye que todo acabará en pacto con Soler y Bielsa -la oferta para que sean ellos quienes nombren a los subdelegados del Gobierno no es banal- porque Morant no acudirá. Unas teóricas primarias. Como colofón, recuerda que nadie ha derrotado a Pedro Sánchez -su desierto fue breve- «no va a ser Valencia quien se le imponga ahora. Su psicopatía no lo permite». Termino como comencé, «Puig no le fallará a Sánchez». Así es la vida.
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