El gran día

Expectación en los apostantes e inquietud en la izquierda y la derecha. ¿Pero qué es hoy ser de izquierdas o de derechas? Hace nada, estaba claro: la izquierda defendía a los trabajadores, la igualdad, lo público y los avances sociales y la derecha creía que quienes generaban riqueza eran los empresarios, lo privado funcionaba con más eficacia y los avances sociales, mejor con prudencia. Hoy no resulta tan sencillo porque la gama de opciones es amplia y equívoca.

Así, en España, ser de izquierdas es que te guste Broncano y ser de derechas es preferir a Pablo Motos; los progresistas no quieren que se fume en las terrazas y los conservadores apuestan por la libertad fumadora; ir en bici es de izquierdas y clausurar los carriles bici, de derechas; si detestas los toros y la caza, eres de izquierdas y si asistes a corridas y cacerías, de derechas… El otro día, entrevisté a una señora que detestaba a Broncano, era antitaurina, fumaba en las terrazas, iba en bici… Y los lectores se hacían un lío. En lo único que coinciden izquierda y derecha es en la interpretación de la carta de Pedro Sánchez: para los unos es consecuencia del amor y para los otros, un fruto adolescente.