Borrar

Delirio

J. R. SEGUÍ

Miércoles, 12 de febrero 2025, 00:06

Los periodistas tenemos múltiples defectos. Nos movemos por los nombres. Y por los nombramientos. Cuestión de morbo. Estamos más pendientes por lo general del quién, ... que del por qué, o el qué. Como si la persona fuera más importante que su gestión. Eso no ocurre en el resto del mundo, a no ser que el nombre vaya a eclipsar el cargo. Pero por aquí, no es el caso. Hoy ni siquiera una película mala la salva un actor. Moverá gente, pero en dos días la 'peli' desaparecerá si no tiene contenido. Nuestra cultura política, una vez idiotizados, nos conduce al quién. Seguramente porque la propia ordenanza del poder ha convertido al gestor en protagonista dentro de la mediocridad y el miedo al fracaso político. Así siempre habrá a quién echarle las culpas. Y una vez muerto, se acabó la rabia hasta la llegada del relevo. Así se esconde la mezquindad. No nos venden una buena exposición o una buena obra de teatro, sino que los obtusos gabinetes de 'descomunicación', que también pagamos, miran antes al interés político del que les paga que al artista, el evento, al hecho en sí.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Delirio