¡Esa fiesta!
J. R. SEGUÍ
Miércoles, 5 de febrero 2025, 00:00
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J. R. SEGUÍ
Miércoles, 5 de febrero 2025, 00:00
Está bien eso de que el Ministerio de Cultura se acuerde de nosotros de vez en cuando. Aunque lo haga como gesto. Al menos, hemos ... pasado del absoluto olvido a que vengan con un Zurbarán menor para ampliar colecciones del Museo San Pío V. Es un detalle. Hasta ahí se agradece, aunque sea El Prado y otros centros nacionales los que se lleven siempre los premios gordos.
Un cuadro más no dice nada cuando un museo está todavía desnudo en muchos aspectos. Es como pintar una fachada interior para disimular. Ya lo decía hace unos días el artista Rafael Canogar: los tres últimos ministros de Cultura que hemos tenido «han sido una nulidad total». Se refería a Uribes, que aunque valenciano pasó para escalar; Iceta, el de los bonos jóvenes que nadie se atreve a volver a poner en marcha, y Urtasun, más interesado en cuestiones ideológicas irrelevantes.
Lo que preocupa es que el ministerio y nuestros gobiernos tengan desprotegido el San Pío V: sin concluir después de lustros, sin el personal necesario, ni tienda y menos restaurante. Por no hablar de su urbanización, goteras e incomodidades. Hasta se le caen muros. Pero por aquí siempre aplaudimos. Hay que salir en la foto política. Venderse por un retal es rendirse ante la evidencia.
Hace tiempo que no escucho a nuestra clase política quejarse del poco caso del Gobierno central ante nuestras necesidades culturales. Ni siquiera de que un camión se llevara por delante parte de la fachada del Museo González Martí, también titularidad del 'menisterio'. Como gran noticia nos dicen que Cultura lo solucionará. Sólo faltaría. Para algo están los seguros. Pero el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat, también propietarios, callan como esquirlas. Permiten que la calle principal sea una rodalía que convirtió Compromís para acabar con el 'pedigrí pijo', también conocida como 'milla de oro'.
Así que nos callamos por un cuadro y una foto. Todo es palabrería mesetaria. Promesas y pleitesía. Más de lo mismo. Reino de subvenciones.
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